PREGUNTAS

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CAPÍTULO CINCO

A la mañana siguiente me desperté con la almohada algo mojada, eran las lágrimas de anoche.

Me levante de la cama y fui al baño para darme una ducha.

Cuando salí vi a mi hermano pasar por el pasillo y dirigirse al comedor.

Me vestí rápidamente y yo también me dirigí hacia el mismo sitio que el.

Los dos nos sentamos en la mesa y nuestra madre nos dio el desayuno. Chocolate con churros, se notaba que se había levantado con el pie derecho.

—Oye Andy. —Me dijo mi madre. —Anoche me llamó Katherine Johnson, y me pregunto si sabía algo sobre Sally.

En ese momento el chocolate se me fue por el otro lado y comencé a toser.

—¿Sally? No... yo tampoco la he visto.

—Que raro, ella nunca se pierde el primer día de instituto. —Hizo una pausa. —Su madre me llamó muy preocupada, temen que le haya pasado algo.

—No... esta bien. Creo que me dijo que se iba unos días con... ya sabes... algún chico.

Mi madre abrió la boca, ahora parecía que lo entendía y me guiñó el ojo. Yo sonreí pero por dentro quería llorar.

Al rato la bocina del coche de Dave sonó y yo salí corriendo de casa. Me monte en su coche y como de costumbre nos dimos un beso en la mejilla. El arrancó el coche para ir al instituto.

—Ayer te llame. —Le dije.

—Si, lo sé, estaba en el entrenamiento lo siento. ¿Era importarte?

—Si, si que lo era...

—Lo siento Andy, ¿Puedo ayudar?

—No... bueno... en realidad es sobre Sally pero Jason me ayudó.

—¿Jason? —Me pregunto el algo sorprendido.

—Fue mi última opción.

—¿Y... estuvisteis juntos ayer?

En ese momento Dave parecía algo molesto.

—Si, vino a mi casa y me ayudó con lo que me tenía que ayudar.

—¿Y que cosa era esa? —Me pregunto.

Me quede callada. Callada mirando a los coches de policía que había en la entrada del instituto de Hanei.

—¿Andy? —Me dijo el.

—Dave...

Le señale los coches de la policía. Y el se quedo anonadado.

Aparcó en el parking y vimos que Keenan nos estaba esperando donde siempre. Nos acercamos rápidamente a donde el.

—Tíos, esto me da muy mal royo. —Dijo Keenan nada más llegar nosotros.

—¿Creéis que es por...? —Comenzó a decir Dave pero alguien detrás de nosotros lo interrumpió.

—Hola chicos. —Era Madison. —Vaya, ¿Y esas caras? Ni que hubierais visto un fantasma.

Entonces Madison miro a los coches de policía. Y supuse que lo entendió.

—¿Que ha pasado? —Pregunto ella.

—No lo sabemos. —Le dije.

Lentamente entramos en el establecimiento y nos dirigimos cada uno a su respectiva clase. A mí me tocaba clase de latín con Madison.

¿Quién mató a Sally Johnson?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora