DESCUBIERTO

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CAPÍTULO VEINTIOCHO

Abrí los ojos. Lo único que oía era un fuerte pitido en mis oídos.

-¡Andy! ¡Andy!

Me gritaba Bianca, pero no oía muy bien, lo oía como un eco.

-¡Andy!

Finalmente conseguí oír bien.

-¿Donde está? ¡Dónde está! -Grite histérica.

Bianca negó con la cabeza. Las dos nos soltamos los cinturones y salimos del coche.

-¡Se que estás ahí! -Grite.

En la calle no había nadie, estaba vacía.

-¡No te escondas! -Grite.

-Andy cálmate, vas a despertar a los vecinos. -Me dijo Bianca.

-¿Que me calme? ¿Quieres que me calme? ¡Bianca no puedo calmarme! ¡El asesino nos ha disparado! ¡Podríamos haber muerto!

-Pero estamos vivas ¿Vale? Estamos bien, así que si no quieres que alguien venga aquí y vea lo que ha sucedido te sugiero que te calmes y que te calles.

Las palabras de Bianca me callaron, tenía razón. Si alguien nos veía y viera el coche en ese estado llamaría a la policía y peor, llamaría a mi nuevo padre.

-No ha podido ir lejos. -Le dije.

-Miremos por los alrededores, tú ve por allí y yo iré por aquí. -Dijo ella.

-No. -Dije haciendo que se detuviese. -La última vez que alguien se fue sola murió.

Bianca asintió y las dos decidimos ir por la izquierda. Entramos en el bosque que había detrás de las casas. Estaba todo muy oscuro y lo único que teníamos para iluminar el camino era la linterna del móvil de Bianca.

-Esto me da muy mal rollo... -Dijo ella algo asustada.

-Tiene que estar aquí, no pudo haber desaparecido tan rápido. -Le dije yo.

-Recuerda que es muy ágil en esas cosas. -Me dijo entre risas.

Yo también esbocé una sonrisa, no me hacía mucha gracia pero era una manera de tapar el miedo.

Entonces las dos escuchamos un crujido de rama.

Nos detuvimos y nos agarramos de la mano.

-¿Has oído...? -Me preguntó ella.

-Aja. -Le dije asustada.

Apenas podía respirar, solo esperaba a que fuera un pequeño animal.

De pronto alguien golpeó a Bianca en la cabeza y ella callo al suelo, me giré rápidamente y alguien me tapo la boca con la mano y me empujó hasta el tronco de un árbol.

-¡Hemos hecho lo que tú querías! -Le grite cuando quito su mano de mi boca.

-Lose. -Dijo tranquilo. -Pero esta noche te quiero a ti.

Vi que se saco la navaja de su cinturón y que me estaba apuntando con ella.

-No te serviré mucho muerta. -Intenté convencerle.

-Tienes razón, pero eres muy guapa ¿Que te parece si te rajo esa cara tan bonita que tienes?

Intenté forcejear, pero no conseguía librarme de el.

-No lo intentes preciosa, os dije que ibais a sufrir, y así será...

Intenté forcejearme otra vez. Y lo conseguí, me escurrí de el y comencé a correr por el bosque. El me perseguía, tenía que llegar a la calle lo más rápido que pude pero el fue más rápido que yo.

¿Quién mató a Sally Johnson?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora