La última noche de verano en el pueblo de Hanei. Aparece el cuerpo de Sally Johnson delante de sus amigos.
Un cuerpo, un misterio. Un grupo de amigos que intentan descubrir quién mató a su amiga.
Pero ninguno de ellos está a salvo. Todos esconden un...
Olvide a Tom y deje que se fuera, no quería agobiarlo. Seguí bailando con Dave ya que no encontraba a Jason por ningún lado. Bianca tampoco están y Keenan y Madison estaban teniendo la noche más maravillosa de sus vidas.
-¡Bien fiesteros, ha llegado la hora de cambiar de temática! -Grito el DJ.
Todos empezaron a gritar, a silbar y a aplaudir, y también a quitarse algo de ropa. ¿Que estaba pasando?
Las luces se apagaron y de pronto se encendieron unas de neón. Madre mía, eso sí que era una auténtica fiesta.
Dave se quitó la americana que llevaba quedándose solo con una camisa blanca que brillaba.
-¿Y esto...? -Pregunte.
-Mira tú vestido. -Me dijo.
Lo mire y vi que brillaba, era un rosa fluorescente precioso.
-Parece que Bianca ha acertado con todo. -Dije.
Seguimos bailando, esta vez estaban poniendo música electro, combinaba más con el ambiente.
De pronto pasaron a nuestro lado dos chicos con las caras pintadas y con la luz neón brillaban.
-¿Que es...? -Pregunto Dave.
-No se, pero quiero hacérmelo, vamos. -Lo cogí de la mano y tire de el.
Cuando llegamos al sitio donde hacían esas pintadas vi a Tom, en una esquina, solo.
-¿Te importa si...? -Le pregunte a Dave.
El negó con la cabeza. Me acerqué a Tom y me senté a su lado.
-Ei, vamos anímate un poco. -Intenté animarlo.
-No es tan fácil cuando ves a tu novia besándose con otro. -Me dijo.
-Bueno... tú también lo has hecho. -Le eche en cara.
-Si pero es diferente. -Me dijo en seguida.
-No lo es Tom, tú lo has hecho a escondidas de ella.
-Y ella también.
Tom hizo una pausa, mirándome fijamente a los ojos.
-¿Sabes que? Olvídalo, quiero olvidarlo, quiero divertirme está noche.
Sonreí y lo agarre de la mano.
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-¿Quieres pintarte? -Le pregunte.
El asintió y los dos fuimos a pintarnos. El se pinto media cara solo, decía que así se veía más misterioso y yo en cambio me pinte una parte de la mandíbula y después el cuello y un poco la espalda.
Esas pintadas eran una pasada, la cara me brillaba y me sentía genial. Tom me trajo un baso de cerveza para beber, y me la bebi de trago, estaba motivada, muy subida, quería que fuera una noche inolvidable.
