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La noche caía rápidamente, mientras que los habitantes aceleraban el recorrido hacía sus hogares, tratando de huir del inminente peligro que acechaba las calles. Estaban hasta el cuello de muertos. Cada día habían nuevos casos de destripamiento y asesinatos sin piedad, la comunidad estaba desesperada. Todo gracias a un hombre, a un solo hombre...

Cuando las calles estuvieron en total oscuridad y desolamiento, pude salir de las sombras. Empuñaba el cuchillo, mientras el taconeo de mis zapatos cortaba el silencio.

Caminaba hacía adelante, sin rumbo y sin saber a donde ir a buscar a Jeff.

Me inquietaba la presencia de aquella chica en mí vida. ¿Quién carajos era? ¿Qué buscaba?

Salí de mis pensamientos y miré al frente mío. Allí estaba una mujer, con un vestido negro corto y tacones del mismo color, con un cuchillo grande en su mano. Su piel estaba pálida como un cadáver, y contrastaba con el cabello rizado que le caía hasta la mitad de la espalda. Observé su rosto; los ojos completamente negros y una boca oscura me llevaron a la mente la idea de que era una máscara. Justo en quien pensaba...

—¿Qué tenemos aquí?— Dijo ella, observándome minuciosamente.— ¿No es muy tarde para salir a jugar, niñita?

—Eres la cómplice de Jeff ¿no?— Le pregunté, sin tanto rodeo.

Ella río macabramente, lo cual hizo que un escalofrío me recorriera la espina.

—¿Quién lo pregunta?— Dijo seriamente.

—La responsable de matar a ese hijo de puta.

Nuevamente río, pero ésta vez con más fuerza, como sí mis palabras fueran el remate de un chiste.

—Querida, es una lástima para mí decirte ésto, pero no podrás cumplir eso que quieres.— Dijo con desprecio.

—¿Ah, no?

—Estás mirando a la que verdaderamente merece tener la sangre de Jeff en sus manos. Yo seré la que lo vea morir, y lo torture hasta que pida a gritos que acabe con su dolor, y ni tú ni nadie me quitará ese gusto.— Dijo apuntando hacía mí su cuchillo.

—¿Quién eres?— Pregunté retrocediendo.

Jane The Killer para ti, mocosa. Así que acabemos de una vez con ésta absurda conversación, ya que me urge un poco de diversión.

Rápidamente, se acercó a mí, lanzando una estocada con todas sus fuerzas. Traté de alejarme, pero su golpe dio contra mí brazo. Chillé, estaba perdida, tenía un jodido cuchillo pero no tenía idea de como usarlo.

Intenté alcanzarla con el cuchillo de mí mano, pero ella fue más rápida. Retrocedió evitando mí ataque, para luego atacarme nuevamente, ésta vez alcanzando mí estómago.

Un tajo me atravesó la camisa, mientras la sangre salía. Caí al suelo y respiré entrecortadamente. Ella agarró mí cabello y me miró, diciendo:

—No vayas a dormir, te necesito despierta para ésto.— Dijo, poniendo su cuchillo entre mis ojos.

Asustada, tomé el cuchillo y apuñalé su pierna, haciendo que ella gimiera de dolor. Me soltó y yo la empujé, mientras que sus zapatos hicieron que trastabillara, hasta caer.

Me paré y me reí, sorprendida de mí acierto. Ella gruñía, emitiendo múltiples alaridos.

Se paró, y la herida se abrió, mostrando una grieta repugnante.

Nuevamente se acercó a mí con el cuchillo, pero, fuimos interrumpidas.

Se oyeron pasos detrás de Jane, y ella volteó rápidamente, mientras yo observaba por encima de su hombro a quien se encontraba detrás de ella.

—Pero mira quien ha decidido venir a jugar con nosotras.— Dijo ella, riéndose psicóticamente.

Observé a nuestro acompañante. Su sonrisa se ensanchó al ver nuestro estado.

—Go To Sleep.— Dijo, sacando su cuchillo del bolsillo.

Eternos «Jeff The Killer» ||Book 2||.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora