025.

179 24 5
                                    

Las dos mujeres emprendieron su camino, tratando de alejarse lo más posible de donde habían podido huir hace unos momentos, y pensando que posiblemente era factible que estuvieran a salvo un tiempo.

Sus captores las buscaban a los alrededores de la zona del crimen. Enojados y atemorizados daban por infructuosa la búsqueda, lo cual significaba sólo una cosa: tendrían que soportar la ira de los más altos rangos de su grupo radical, lo cual era un trago bastante amargo para aquellos vasallos.

Mientras tanto, Jane caminaba al lado de la morena, exasperada por el hecho de que ella no paraba de hablar; estaba segura de que si le hubiese tapado la boca, saldrían letreros de sus orejas. Hablaba de temas triviales, mientras Jane solo rodaba los ojos cuando ella pedía una opinión o sugerencia. Hubiese estado a gusto de arrancarle la lengua y ver como se desangraba allí mismo, todo con tal de que la dejasé tranquila; pero, se detuvo. Sabía que no era lo correcto por ahora. Simplemente, se resignó a seguir caminando a su lado. Ella usualmente reía y empujaba levemente a Jane. Se preguntaba "¿así se siente tener una amiga?" y rápidamente se sonrojaba. No había tenido una amiga o algo parecido desde hace tiempo... Once años para ser exactos.

***

Jeff estaba adentrándose en aquel tétrico bosque una vez más, sumamente enojado. Su pierna ahora estaba mejor después de aquel encuentro con Elizabeth, y lo admitía muy dentro de : la chica tenía agallas. Río levemente al pensar en volver a verla.

Eternos «Jeff The Killer» ||Book 2||.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora