Luego de una agitada madrugada, llena de policías, interrogatorios y sangre, por fin pude irme a descansar.
Tuve varias pesadillas turbias que me mantuvieron en vela, sin poder conciliar el sueño.
A las 6 am, decidí levantarme. Debido al incidente de anoche, hoy me tomaría el día libre, así que "adiós escuela". Jeremy estaba en la escuela, mientras mamá me acompañaba, así que no podría darme el lujo de estar sola. Fui al baño y me mire al espejo: la herida en la frente causada por Jeff y las ojeras formaban un bonito desastre en mí rostro. Magnífico.
Me bañé y me arreglé, para luego tumbarme nuevamente en la cama. Mi mente navegaba aún más lejos de las complejidades de la realidad. Estaba asustada, y sentía que Jeff disfrutaba tenerme así, temerosa y vulnerable, siempre cayendo en su perverso juego.
Aunque, aún tenía una forma de salir de él.
Salí trinando de mí habitación, dirigiéndome a la planta baja.
Al estar bajando la escalera, el sonido de mis tacones al pisar el suelo avisó a mí madre de mí presencia. Ella estaba arrodillada en el suelo, limpiando la sangre de Jeffrey, como si fuera lo más típico del mundo.
—¿Qué haces despierta tan temprano? Creí que estarías roncando en tu almohada hasta el medio día.
Solté una risa sarcástica y le dije:
—La verdad no podía dormir. El hecho de que mí madre sea conocida de un asesino me arrebata el sueño.— Ella paró de limpiar y cerró los ojos, mientras se erguía.
—Vaya... Y yo que pensaba que tendríamos una mañana agradable.
—¿Qué ocultas?— Le pregunté, tratando de no darle más vueltas al asunto.
—No oculto nada, Elizabeth. No es nada que debas saber.— Me dijo, regresando a su tarea.
Fruncí el ceño y le insistí.
—Se supone que no volverías a ocultarme nada.
Suspiró, rindiéndose. Entonces, se paró y se sentó en el sofá a mí lado.
Lentamente, empezó a hablar:
—Una noche... Una fatídica noche, estábamos el padre de Jeremy y yo descansando, Frank... Era su nombre.— Hizo una pausa, tratando de que su voz no se quebrara. Luego, continuó:— Al fin habíamos podido hacer dormir al bebé, que no paraba de llorar, entonces nos quedamos dormidos. De la nada, sentí como sí me estuviesen observando completa, era una sensación horripilante. Tomé la mano de Frank por debajo de la cobija y la apreté. Él se sobresaltó, entonces... Jeff apareció enfrente de él, solo siendo iluminado por la luz de la luna que se filtraba por las cortinas.
Ella empezó a llorar, y yo tomé su mano.
—Apuñaló a Frank en el pecho, mientras que él escupía sangre. Jeremy empezó a llorar gracias a mis gritos de terror. Jeff encendió la luz y pude ver sus características grotescas, eso hizo que mis llantos subieran de nivel. Rápidamente me envarentoné y corrí presurosa hacía una mesita en la esquina de nuestra habitación. La risa maniática de ese hijo de puta resonaba en nuestra pequeña casa. Abrí la mesita y tomé un arma que teníamos en caso de emergencia, y empecé a abrir fuego contra él. Sin embargo, él seguía riéndose como si aquello fuese divertido. Ninguna bala le daba, y al final saltó por la ventana, desapareciendo en la noche.
Su relato me dejó estupefacta, mientras no sabía que decir.
—Convencí a Jeremy que su padre murió de una enfermedad cuando creció. No quería que algún trauma obstruyera su vida. Entonces... Es todo.
—Dios, mamá... Como lo siento.
—Tranquila.— Dijo.
Pasó un rato, mientras un silencio incomodo nos llenaba a ambas.
Definitivamente Jeff era un jodido monstruo.
—Deberíamos huir...
—¿Qué?
—Huir...
—Elizabeth...
—Es en serio mamá. Si nos quedamos aquí, básicamente estamos asegurando nuestra propia muerte. Podemos vender ésta casa y...
—No.— Dijo interrumpiendome, y añadió:— Lo peor que enfrentarlo, sería huir de él. ¿Acaso le darás el gusto de no devolverle el daño qué nos ha hecho? Disculpa que te lo diga, pero eso sería patético y no pienso hacerlo.
—¿Entonces qué carajos piensas hacer?— Le respondí, ya exasperada.
—Volverá, y cuando lo haga, me desharé yo misma de ese hijo de puta.
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Eternos «Jeff The Killer» ||Book 2||.
Fiksi Penggemar«Segundo libro de "Ajenos"». "Ésta vez alguno de los dos desaparecerá." Elizabeth Martinez se encuentra nuevamente en un limbo, causado por el sanguinario asesino Jeffrey Woods, mejor conocido como "Jeff The Killer." Ha perdido a todos, y a todo. Su...