veintiuno

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                              Karol
—Ah..estem, okey.— Se acomodó los lentes y les hice señas a los chicos para que se fueran

—Se-seguire trabajando.— Me senté en mi silla y seguí configurando, algo me sacó de mis pensamientos, un olor muy conocido. Levanté la vista y ví a Paolo abriendo cuidadosamente una bolsa marrón

—Oye, ¿eso es..?— Acerqué mi mano a la bolsa

—¿Spaggheti? Sí, es eso.— Me miro sonriendome. La verdad que parece al mismo que hacia Ruggero, era muy pero muy rica

—Ese es el mismo aroma de los fideos de Ruggero.— Sonreí. —¿Con que los haces?.—

—Un mago nunca revela sus secretos.— Me dijo divertido. —¿Quieres un poco?.—

—¡Oye!.— Me tapé la cara. —Iba a decir eso.—

Muy generoso, sacó un bowl de su bolso y volteó spaggethi encima. Dejo un poco para el y me lo entregó

—Tome señorita Sevilla.— Extendió el recipiente hacia mi

—Muchas gracias Lezcano.— Recibí el bowl y busqué un tenedor que tenia por las dudas. Este chico es muy generoso, ¿verdad? Ademas, no sé por que pero se me hace muy parecido a Ruggero.

—¿Que tal?.— Levantó la vista hacia mi

—Esta demasiado rica.— Dije dandole un bocado a la comida

—Espero que te guste, mi amigo Marcos solo añadió la salsa pero yo hice los fideos. Desde Italia ¡my piacce!.—

                         Valentina
—Se ven tan adorables..— Decia Santiago perdiendose en las miradas de Paolo y Karol

—¿Qué mierda? Es mejor Ruggero.— Dije en tono sarcastico.

—Calláte rubia.— Me dijo asqueado.

Cuando levanté la vista, ví mis ediciones, pero por accidente abrí una foto de Ruggero

—Un momento..— Acerqué mas la foto y la dejé asi, corrí a buscar la carpeta de los empleados y intentaba encontrar a "Paolo Lezcano". —¡Aquí!.—

Saqué la hoja de Paolo y la coloqué al lado de la foto de Ruggero

—¡Santiago ven aquí ahorita mismo!.— Exclamé para que se acercara

—¿Qué te pi..? Wow..— Se quedó mirando confundido las fotos

—¡Son exactamente iguales!. Eso es lo que veo.—

—¿Y si son la misma persona?.— Giró a verme

—¡Claro que no!.— Lo miré. —Cualquier cosa menos eso.—

—Puede ser.— Se puso a mi costado. —Todo es posible.—

—Aunque tambien todo de posible lo tiene imposible.—

• Treinta | Ruggarol •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora