• Treinta | Ruggarol •

C i n c o

Karol
—¿Entonces después de Quimica nos retiramos?.— Pregunté confundida, estaba sentada al lado de mis amigos del curso: Valen, Caro, Mike, Gaston, Malena y Mora.

—Sí.— Dijo Malena. — El profesor Aguirre no vendrá hoy, asi que la directora me dijo que le dijiera a el curso esto.—

—¡Entonces más tiempo para nosotras! Podemos salir esta tarde ¿que les parece?.— Exclamó Valentina mirandónos. Ella era todo el dia salidas y salidas.

—¡Claro estaría buenisimo chicas!.— Dijo Mora uniendose a la idea de Valentina.

—Yo creo que no voy a poder.— Bufé. — Agustín va a hacer una fiesta pero tengo que estudiar asi que me voy a la casa de Diego. — Todas las chicas me miraron con cara violadora, sabia que algo iban a decir. Alguna, en algun momento, sobre alguna cosa de Diego.

—Diego, Diego, Diego. ¡Todo el tiempo es Diego Karol! ¿Acaso el y tu están?..ya sabes..¿juntos?.— Mike me miró y se cruzo de brazos. Ahora todos me miraban ansiosos por mi respuesta. Si les decía "Solo somos amigos" me van a joder la vida molestandome con el toda mi eternidad, y si decía "El y yo solo estamos juntos pero como amigos" sería peor.

—Mike.— Lo miré seria y resoplée.— Estoy con Lionel, obviamente no lo podría engañar a Lio con Diego. El y yo somos AMIGOS como lo somos tu y yo. ¿Quedó claro?.— Intenté decirlo con la mayor tranquilidad que me quedaba en ese momento.

—Sí, entendimos. No es como para que nos digas como si fueras la directora Karolita.— Dijo intentando parar de reir Gaston. En ese momento sonó la campana y nos fuimos corriendo hacia nuestro salón. Pero vimos a todos reunidos en el patio central

—Que raro, vamos chicos. No querrán hacer enojar a la directora.— Mora nos empujaba con tal de que nos ubicaramos en las filas y no estuvieramos como "el grupo de raritos que llegó tarde"

Ví que Agustín y Ruggero estaban hablando, no me importó. Me di la vuelta y fijé mi vista en la directora que estaba llegando al patio.

—Hola señorita Sevilla.— Susurró alguien en mi oido. Me asusté, yo era realmente segura pero en ese momento podia sentir el nerviosismo en mi cuerpo.
Volteé mi mirada hacia la voz masculina. Sus ojos me hicieron ver quien era, Ruggero Pasqualleri, pero antes que todo..¿que hacía aqui?.

—¿Ru-ru-ruggero?.. ¿Que estás haciendo aquí?.— ¿Tartamudeé? ¿Dios que me sucedía? ¿Por que lo hice?