VII. Feria

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Kyungsoo había evitado hablar con aquella chica toda la semana, también había estado evadiendo a Chanyeol en la escuela, pero eso era más que todo por el gran sentimiento de culpa.

-¿Saldrás?

La señora Do se detuvo en la entrada del dormitorio de Kyungsoo, este asintió mientras terminaba de peinar su cabello.

-Sí, iré con los chicos a ver una película.
-No vuelvas tarde y recuerda abrigarte. Hace frío en la noche.

La señora Do sacó una bufanda azul marino de la cesta que llevaba bajo su brazo derecho y la dejó sobre la cama de su hijo.

-Ve con cuidado.

Kyungsoo se colocó la bufanda y escuchó una notificación en su teléfono.

De: Woo
'No te olvides de nuestro encuentro hoy, espero que compres algodón de azúcar. Estaré junto al puesto de dulces, busca a alguien que lleve puesto una fedora gris, sabrás que soy yo.'
16:47

Kyungsoo tragó en seco y guardó el teléfono en el bolsillo izquierdo de su chaqueta. Echó unas dos pastillas de menta a su boca, bajó las escaleras y salió de la casa.

{*}

Kyungsoo llevaba pateando la misma roca desde que había salido de casa.

-Va a golpearme. Primero va a golpearme y luego a dejarme.

Esa mañana había gastado casi dos horas frente al espejo tratando de imitar los gestos de Chanyeol, pero todo fue en vano.

Podía divisar aquella rueda grande de la feria con más claridad al estar tan solo a cinco calles de la feria.
Echó unas cuatro pastillas de menta a su boca y suspiró.

-Tranquilo, Kyungsoo. Tal vez ella no venga.

Esas palabras parecían haber hecho el efecto contrario en él ya que sintió como sus extremidades empezaban a temblar.

-Respira, todo va a estar bien. Ella no vendrá.

{*}

Kyungsoo se detuvo a dos puestos de distancia al de los dulces. El reloj de su teléfono indicaban las 17:51.
Había comido ya dos hot-dogs para que el señor de aquel puesto deje de mirarlo cada medio minuto.
Echó unas seis pastillas de menta a su boca y las masticó rápidamente mientras jugaba con el palillo que sostenía el algodón de azúcar color celeste.

De: Woo
'Ya estoy a dos calles de la feria, ¿estás ahí?'
17:53

Kyungsoo dudó en responderle. Decidió por no hacerlo.
Se balanceaba entre la punta de sus pies y su talón. Sentía como su corazón latía más fuerte con cada segundo que pasaba. Miró por última vez el puesto de dulces y empezó a caminar por la feria, soteniendo el algodón de azúcar.

Niños corriendo, padres esperando sentados y parejas caminando juntos. Nadie sabía lo que le pasaba a Kyungsoo, él se sentía solo.
Pero tampoco pudo haber llamado a alguno de sus amigos para que vayan con él, menos a Chanyeol. Kyungsoo hubiese tenido que contarles todos.

La alarma en el teléfono de Kyungsoo hizo que dejase de caminar.

18:00

Obligó a sus piernas a caminar nuevamente al lugar donde habí estado hace unos minutos.
Frotaba las palmas de sus manos contra sus pantalones para sí borrar cualquier rastro de sudor.
Kyungsoo se detuvo junto al puesto de hotdogs, ignorando la mirada del vendedor dentro de este.
Pudo verla...o algo de ella.
Una chica de menos de un metro sesenta, estaba de espaldas así que no podría ver su rostro. Su cabello llegaba a la altura de sus codos, este no era alisado u ondulado, era como una combinación de ambos y algo esponjado.
Aquella fedora gris era la que la diferenciaba de las demás.
El teléfono de Kyungsoo sonó y él miró la pantalla.

De: W2.
'Ya llegué, ¿dónde estás?'
18:02

Kyungsoo inhaló tanto aire como pudo y dió el primer paso.

{*}

La señora Do escuchó el ruido de la puerta principal cerrarse. Kyungsoo subió las escaleras unos segundos después y ella salió a la entrada de la cocina.

-Volviste, Dodo. ¿Que tal la película?- pero Kyungsoo no volteó a verla así que no pudo verla sonreír al preguntar por su salida.
-Fue genial, realmente me gustó mucho. Definitivamente volveré a verla.

Llegó al segundo piso y entró a su habitación.

-Me bañaré. -cerró la puerta y entró al baño de su dormitorio.

Lanzó su ropa hacia su cama y entró a la bañera. El agua tibia no tardo en salir y poco a poco mojarlo por completo.

La señora Do entró a la habitación de su hijo y se llevó la ropa  que acaba de dejar sobre su cama. Volvió a la cocina y revisó los bolsillos de su chaqueta antes de meterlos a la lavadora.
Del bolsillo izquierdo sacó una bolsa con algo celeste dentro, claramente tenía azúcar.

Kyungsoo apoyó su frente contra la pared de la bañera y suspiró.

-Eres un maldito cobardo, Do KyungSoo.

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Dió el primer paso hacia aquella chica pero se detuvo al querer dar el segundo.
Volteó a su derecha y se encontró con un espejo. Nuevamente, aquel problema que lo había perseguido desde ya hace unos años volvió a atormentarlo.

'¿A quién quieres engañar?', él pensó. 'Solo mírate. No eres atractivo, si hasta ahora no has podido atraer a alguna chica, ¿por qué lo harías con ella?'

-Ella dijo...que le gusta hablar conmigo.

'No contigo, no eres tú. Es Chanyeol.'

Kyungsoo apretó su mano sobre el algodón de azúcar, haciendo que su mano se llene de azúcar y se tiña de celeste.
Retrocedió dos pasos y luego empezó a correr hacia la salida de la feria, alejándose cada vez más del puesto de dulces y perdiendo de vista a aquella fedora gris.

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Kyungsoo apoyó su espalda contra la pared de la bañera y se sentó en el piso de esta. Cubrió su rostro con ambas manos y sintió como algo caliente bajaba por sus mejillas.

Online [D.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora