Aprendiendo a Amar

Capítulo 2

Capítulo 2

>>Tami<<

Abrí los ojos y tenía una resaca horrible, me mataba mi cabeza y mi estómago, no me acordaba mucho de anoche, comencé a tratar de hacer memoria pero solo se venían imágenes de antes de tomar, llegando al bar, pidiendo cervezas y mirando chicas, hasta que siento que alguien gira en la cama y me abraza, sentí que se me subió el corazón a la boca, estire la mano hasta la lámpara que está en el buró, tenía pánico de haber traído una chica y no recordarlo. Al encender la luz reconocí automáticamente quien era y otras imágenes de la noche aparecieron en mi cabeza. Samanta me estaba abrazando, me di cuenta que ambas estábamos en ropa interior y me agarre la cabeza

- ¡Mierda! – ella se movió y me di cuenta que lo había dicho en voz alta

- Hola señorita que no sabe tomar – se froto los ojos y sonrió - ¿Cómo dormiste?

- Hola – su sonrisa me ponía realmente nerviosa – Demasiado bien – se sentó en la cama y me descubrió por lo que me cubrí con la sabana - ¿Te puedo preguntar algo?

- Bajo su mirada – No pasó nada, solo estabas pasada de copas, te acompañe hasta acá y cuando iba a irme me pediste que me quede

- Hey, no lo malinterpretes, no sería muy agradable ni para mí y mucho menos para vos que pasara algo y no lo recuerde – volvió a sonreír – Gracias por traerme hasta mi casa

- No me aprovecharía de una borracha – se rio y me hizo reír a mí – No me agradezcas, estaba realmente cansada y la música estaba taladrándome la cabeza

- Entonces ¿Te ves con las chicas? – asintió – Seguramente veas a Jenny ¿A quién más? ¿Quién estaba ayer con vos?

- Estaban Jenny y las demás – respondió nerviosa y agarro su celular, estuvo un rato largo leyendo mensajes – Tengo que irme, todos están como locos preguntando donde estoy

Se levanto de la cama, algo me estaba ocultando, la conozco lo suficiente como para saberlo. La seguí con mi mirada, se puso el vestido con el que había llegado la noche anterior, sus zapatos y se recogió el cabello, me entrego su celular

- Agenda tu numero – lo agarre - ¿Puedo llamarte para que nos veamos un dia de estos? – asentí sin mirarla - ¿Qué pasa? – levanto mi cabeza poniendo su mano en mi mentón

- Te pusiste rara al preguntarte con quien estabas – hizo silencio – Si no queres decirme algunas cosas lo entiendo pero tampoco me gustan las mentiras

- Tenes razón pero podemos conversar esto si aceptas una cena – fruncí mi ceño – Tenemos un buen motivo para volver a vernos

- Siempre sacaste provecho de todo – sonrió orgullosa de lo que le decía - ¿Cuándo?

- Yo te llamo – me mostro su celular – Ya tengo tu numero

- De acuerdo, espero tu llamado – beso con ternura mi mejilla e hizo temblar todo mi cuerpo – Anda con cuidado

- Vos toma unas aspirinas, un jugo de naranja y unas ricas tostadas, te va a venir bien para esa resaca – camino hacia la puerta – Hasta pronto hermosa

La vi irse sin poder quitar esta boba sonrisa de mis labios. Me prepare el desayuno que me había recomendado, me tome las aspirinas y regrese a la cama a mirar la televisión. No tenía ganas de hacer nada así que me pase todo el dia en la cama oliendo mi almohada, su perfume me llevaba a recordar muchas cosas que habíamos pasado juntas y eso también me llevo a recordar que no estuvo cuando más la necesite y todo lo lindo de esta mañana se esfumo.