Aprendiendo a Amar

Capítulo 1

Capítulo 1

>>Tami<<

Mi vida había dado un cambio radical desde la muerte de mis padres, mi única hermana me odia porque soy lesbiana y me obligo a irme de mi casa. Lo descubrí a los 16 años aunque me lo negué bastante tiempo. Me acepte a los 21 años y ahora con 23 ya vivo en paz con mi sexualidad.

No estoy pasando una buena etapa, vivo en una pensión, tuve que dejar mis estudios universitarios, estudiaba abogacía y perdí a mi mejor amiga, Luciana, al declararle mi amor o calentura o lo que sea que sentía, aunque en ese momento creía que era amor. Ella es de las típicas chicas a las que le gusta coquetear pero cuando avanzas un poco se asusta y te trata como la peor basura del mundo. Fue duro, era la persona en la que más me apoyaba, no la única porque esta Pablo, el dueño de la pensión junto con Caro, su novia, los cuales después de lo sucedido con Luciana se volvieron incondicionales para mí y me apoyaron en todo.

Todos los días para mi eran iguales, trabajar y volver a casa a tomar unas cuantas cervezas que me ayuden a dormir ya que si no caigo rendida es imposible dormir porque al cerrar los ojos me invaden muchas imágenes y no me deja poder descansar.

Trabajo en una librería, desde hace 5 años, al principio no me gustaba para nada pero la verdad que me siento muy a gusto en mi trabajo.

Amanecí un sábado, como cualquier otro, a las 6.30 am, me bañe, me cambie muy simple y fresca, estábamos en pleno febrero y hacia muchísimo calor, agarre mi bicicleta y me fui escuchando música hacia la librería. Como los sábados solo trabajo medio día me fui ni bien dieron las 2 pm.

Una vez en casa almorcé y me fui a dormir una siesta que duro unas cuatro horas. Al despertarme me di una ducha, mire un rato de televisión hasta que me aburrí. Mire la hora, ya eran las 11 pm, no iba a poder dormir y no quería tomar en casa así que me fui a un bar.

Empecé a caminar, cerca hay una calle con muchos barcitos agradables, decidí entrar al primero que me llamo la atención, su cartel grande sobre la puerta y brillante con luces de colores en el que decía "Star", saque mi identificación y se la mostré al seguridad de la puerta, cuando entre era increíble, era un lugar precioso, con la suficiente luz como para ver por donde caminas y una barra grandísima llena de barwoman's muy hermosas, me acerque a una de las chicas que atendían y le pedí una cerveza y si me la podía llevar a la mesa en la que me sentaría, muy amablemente me dijo que si y fui hacia la mesa. En ese momento sonaba un poco de rock en español, en pocos minutos vino la chica con la cerveza y una cazuela con maníes salados, le agradecí y se retiró. Tomaba tranquila, escuchando música y viendo si había alguna chica que me llamara la atención, había muchas muy lindas pero nada que me hiciera tomar iniciativa como para ir a hablarle a alguna así que preferí seguir pidiendo cerveza tras cerveza.

A las 3.30 am ya estaba lo suficientemente mareada como para creer que ya era momento de irme, llame a la chica que me atendía y le hice la seña de que me traiga la cuenta. Unos minutos después me entrego un comprobante, siete cervezas con un total de $350, busque en el bolsillo de mi pantalón, le entregue el dinero dejándole $50 de propina, iba a levantarme pero alguien se sentó a mi lado, antes de que pueda voltear sentí a la persona demasiado cerca, sus labios casi rozaban mi oreja

- Hace media hora que no dejo de mirarte para confirmar que seas vos – era una mujer, su voz sabía que la conocía pero no reconocía de donde – Hola Tami

Cuando escuche mi nombre me gire y vi su cara, estaba completamente igual, su cabello rubio, sus hermosos ojos color miel, una sonrisa enorme y perfecta la cual siempre me robo miles de suspiros

- ¡Samanta! – exclame sin dejar de mirarla

- Te acordas de mí, es buen indicio – se acercó más y beso mi mejilla – ¿Cómo estás?