Aprendiendo a Amar

Capítulo 51

Capítulo 51

>>Sofí<<

Nos juntamos a festejar el nuevo proyecto, fuimos a un bar todos menos Tati. Después de un gran brindis acompañado de unas motivantes palabras de mi novia nos fuimos a la pista a bailar y me sorprendió ver que Sami y Tami bailaron y estuvieron conversando por largos minutos.

Pasada la medianoche vi que Jenny y Sami se fueron hacia la mesa, estaban hablando muy serias y al parecer querían hablar con más tranquilidad lejos de todos. Le pedí a Tami que me acompañara al baño, lave mi cara ya que me sentía muy acalorada y atreves del espejo pude notar que Tami me miraba de manera muy intensa y eso me estaba poniendo nerviosa

- ¿Por qué no vino Tati? – busque algún tema que la distraiga

- Se sentía mal – saco el celular de su bolsillo y después de observarlo varios segundos lo volvió a guardar - Le dolía mucho el estomago

- Me imagino lo mal que se sentiría para no venir – al darme vuelta ella dio un paso hacia mí - ¿Estas bien?

- Demasiado bien – acaricio mi mejilla – Vamos a bailar

Me tomo de la mano, caminamos entre toda la gente que había hasta llegar a la pista. Estaban pasando reggaetón, ella se acercó a mí y nos pusimos a bailar quedando apartadas del grupo. A pesar de sentirme nerviosa ante la actitud de mi mejor amiga me gustaba compartir tiempo de esta manera.

Una vez cansadas de tanto bailar Tami saco su celular y luego se acercó a mí para hablarme al oído

- Pequeña, me voy – voltee a verla y le hice pucheritos – No pongas esa carita – me tomo de las manos – Llevame a casa para pasar un ratito más juntas

- Claro que si – sonreí y después de buscar a Jenny camine hacia ella - Tami se va, voy a llevarla así que te veo en casa

- La puede llevar Pablo – lo señalo – Ya se va también

- No, la voy a llevar yo – respondí molesta – Te veo más tarde

Nos despedimos de los chicos y comenzamos a caminar hacia la salida. Se notaba en el andar de mi mejor amiga que estaba bastante borracha. Subimos a la camioneta e íbamos en silencio, Tami puso música de la radio a un volumen bajo y luego me miro sonriendo

- Nunca te vi enojada – la mire con una sonrisa en los labios – Espero no verte jamás enojada y menos conmigo, me aterra un poco la idea

- Soy muy difícil cuando realmente me enojo – frene por el semáforo en rojo, voltee a verla y ella no dejaba de mirarme - ¿Qué pasa?

- Sos hermosa y estoy segura que enojada lo seas mucho más – no sabía si hablaba ella o el alcohol que había tomado

- Te conviene no averiguarlo – sonreí y puse en marcha el auto al cambiar la luz a verde

Unos cuantos minutos después estacione en la puerta de su casa, ambas bajamos y la acompañe hasta la entrada, saco la llave del bolsillo de su pantalón y después de ver que varias veces erro a la cerradura le quite con delicadeza la llave y abrí la puerta

- Quiero que entres – puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja

- Ya es tarde, estas borracha y debes descansar – negó – Esta bien, me quedo un rato con vos

Entramos, deje mi bolso en el sillón individual y antes de que me pueda sentar ella me tomo de las manos quedando frente a mi

- Me gusta mucho que estés acá conmigo – beso mi mejilla – De verdad sos muy hermosa