Capítulo 12

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Capítulo 12

>>Sami<<

Tami seco mis lágrimas, sonreí y sus manos continuaron recorriendo mi cuerpo, mi piel se erizaba con su contacto, mordió el lóbulo de mi oreja derecha y mi cuerpo tembló, bajo por mi cuello hasta mi hombro y lo beso, recorrió con besos hasta el otro hombro y dejo un último beso ahí mismo, segundos después estaba lamiendo mis pezones, era muy suave y tierna, agarre con mis manos la almohada, la apretaba fuerte cada vez que pasaba su lengua, me miraba y hacia círculos alrededor de mi pezón, lentamente empezó a bajar hasta llegar a mi ombligo, metió su lengua, eso me hizo estremecer, sonrió y siguió su camino hacia mi sexo, al llegar lamio mis inglés, se acercó a los labios y los recorrió con su lengua suavemente hasta que por fin se encargó de mi clítoris, mi cuerpo se retorcía por toda la cama, ella se separó y sonrió, entendí que debía tratar de quedarme quieta, volvió a lo que estaba, metió mi clítoris en su boca y lo chupaba sin compasión, mis gemidos retumbaban en todo el cuarto supe que estaba por llegar al clímax pero ella se detuvo de golpe, la mire sin entender que le había pasado, llevo su dedo índice a su boca, lo chupo muy sensual y luego lo introdujo en mi interior, el placer se apodero por completo de todo mi ser, mis gemidos cada vez era más fuertes, ella movía rápidamente su dedo y cuando menos me di cuenta ya tenía dos dedos dentro, me estaba volviendo loca, jamás me había sentido así

- No pares bebe – mordí la almohada para ahogar mis gritos

Sentí un cosquilleo dentro de mí, no tenía control alguno y termine en un orgasmo que me dejo rendida en la cama. Ella subió hasta mí y me beso con mucha ternura, me abrazo y yo me recosté sobre su pecho, no hablamos, solo escuchábamos nuestra respiración hasta que nos quedamos dormidas.

A la mañana siguiente me desperté y Tami no estaba en la cama, mire la hora, apenas eran las 8 am, me levante y todavía estaban nuestras ropas en el piso, mire la cama y recordé lo sucedido la noche anterior, me puse mi ropa interior inferior, una remera de mi chica y salí en busca de ella. Mire en la sala y no estaba, voltee hacia la cocina y tampoco, golpee la puerta del baño y nadie contesto, entre al otro cuarto y estaba vacío, volví a la sala, me quede pensando donde podía estar pero no se me ocurría nada. Unos minutos después se abrió la puerta de la calle, voltee y me encontré con la persona que buscaba, al verme se le dibujo una sonrisa en su rostro, llego con bolsas del súper, se acercó a mí, dio un beso corto y dulce

- Buenos días mi amor – fue hasta la cocina y la seguí - ¿Cómo dormiste?

- Cuando dejó las cosas en la mesa me colgué de su cuello – Muy bien, como nunca en mi vida – puso sus manos en mi cola – Parece que alguien no se quemó lo suficiente anoche

- Sonrió – La llama sigue se reaviva cada vez que te veo – apretó más fuerte – Y no sabes cómo me gusta quemarme – me levanto y enrede mis piernas en su espalda

- ¿Me vas a llevar al cuarto? – la bese

- Negó con su cabeza y me sentó sobre la mesada – No, acá estamos bien – saco mi ropa interior

Me beso y empezó a jugar con mi clítoris con su dedo índice, hacia círculos y yo gemí en su boca, nos separamos, con su mano libre levanto mi remera y lamio mis pezones sin dejar de atender mi sexo. Hice mi cabeza hacia atrás, ella beso mi cuello y al mismo tiempo metió dos dedos dentro mío, después de varias penetraciones alcance un intenso orgasmo, ella me quito la remera y me la dio junto con mi ropa interior me dijo que me fuera a bañar que en el baño de su cuarto tenía toallas, baje de la mesada y moviéndome provocativamente me fui hacia su cuarto sintiendo su mirada en mi cola.

Aprendiendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora