Aprendiendo a Amar

Capítulo 59

Capítulo 59

>>Tami<<

Ni bien llegue a mi casa me senté en el sillón, mi vista se fijó en un punto invisible en el piso y mi mente la invadió Tatiana, falte a mi promesa de no lastimarla y eso me dolía más que todos los golpes que recibí. Sé que va a venir y vamos a tener que hablar de lo sucedido y me da miedo que después de tanto enojo me deje ver su dolor, ese dolor que le ocasione nuevamente. Escuche un auto detenerse en la puerta de mi casa, agarrándome del respaldo de sillón me levante, a pesar de haber tomado las pastillas sentía demasiado dolor. Todavía no terminaba de incorporarme cuando sonó el timbre

- Ya voy – una vez que estaba de pie completamente camine hasta la puerta y abrí – Hola Tati

- ¿Cómo te sentís? – note que me hablaba tranquila y miraba mi mano que estaba en mi abdomen

- ¿Físicamente? – entramos y ella cerró la puerta – Horrible y emocionalmente de la misma manera

Me abrazo, no esperaba que lo hiciera pero lo necesitaba muchísimo, puse mis manos en su cintura y durante varios minutos nos quedamos en silencio

- Perdón por cómo me puse ayer – acaricio mi mejilla

- Me lo merecía – negó – Te lastime otra vez cuando había prometido no hacerlo

- Sé que te dije que me lastimaste pero no es así – la mire atenta – Solo me decepciono tu comportamiento

- Pero... - me interrumpió

- Cuando vi a esa chica golpearte sentí ganas de matarla pero vos le respondías de la misma manera – dejo su bolso en el sillón

- Creo que necesitamos tomarnos un tiempo – abrió sus ojos – Necesito este fin de semana para pensar

- ¿Comiste? – no le conteste - ¿Almorzaste algo?

- No, no comí – me la quede mirando - ¿Me escuchaste lo que te hable?

- Si, que no comiste – fue hacia la cocina

Busco en el refrigerador y solo encontró huevos, busco en el mueble y no encontró nada más así que se puso a hacer unos huevos revueltos. Nos sentamos y comimos en silencio aunque no sabía cómo retomar la conversación. Al terminar se puso a lavar los platos me quede sentada en la silla y cuando finalizo se paró frente a mi

- ¿Queres acostarte un rato? – sonrió

Estire mis manos para que me ayude a levantarme y cuando estuve de pie la mire a los ojos

- Quiero que nos tomemos un tiempo – insistí

- No quiero Tami, no puedo – camino hacia la sala y la seguí - ¿Por qué queres tiempo?

- Porque no quiero lastimarte, no tengo mi cabeza puesta en vos – hice silencio buscando las palabras adecuadas – Me gustas y te quiero demasiado pero creo que nos apresuramos en tener una relación formal

- Se dejó caer en el sillón – No me lástima que pienses en Samanta, me lástima que dudes tanto de nuestra relación

- No dudo – me senté a su lado – Había decidido no contártelo pero necesito que entiendas lo que me pasa

- ¿A qué te réferis? – pregunto nerviosa

- El lunes vi a Samanta y tuvimos una situación muy intensa – antes de que pueda preguntar algo me adelante – No me pidas que te diga más – comenzó a llorar y tome sus manos – No es justo para vos, no te estoy dando lo que necesitas y mucho menos lo que mereces