Aprendiendo a Amar

Capítulo 17

Capítulo 17

>>Tami<<

Me desperté y me prepare para ir al trabajo, luego tome un café y mientras desayunaba llame a Sami, ya que anoche no me respondió los mensajes y ni me devolvió las llamadas

- Hola – por su voz era evidente que recién se despertaba

- Hola mi amor – deje la taza en el fregadero – Te llame ayer varias veces ¿Por qué no me respondías?

- Perdón, salí con un amigo y no le preste atención al teléfono, llegue tarde a casa y preferí no hablarte porque supuse que dormías – bostezo

- ¿Saliste con un amigo? – su respuesta me causó molestia - No me comentaste nada

- Es un amigo de la primaria, no sabía que trabaja con mi papá y ayer fui a la empresa y me lo encontré – respondió con mucha calma

- No hace falta que me expliques nada – agarre las llaves y fui hacia la cochera - Me voy al trabajo, te llame para ver si estabas bien – agarre mi casco – Adiós

No la deje ni que se despida, me subí a la moto y maneje bastante enojada hasta mi trabajo. Al llegar organice los pendiente de mi jefa y para cuando llegue la estaba esperando en su oficina con su café

- Hola hermosa – beso mi mejilla – Que cara tan larga ¿Qué paso?

- Nada – respondí seria – Tenes dos reuniones hoy

- Muy bien – sonrió – Entonces ¿Qué pasa?

- Después te cuento – asintió - ¿Vamos al gimnasio hoy?

- Si, como siempre – tomo un trago de su café, se puso de pie y camino hacia mí – Sos la única persona que hace el café como realmente me gusta

- Jefa contenta vale por diez – se rio – Voy a seguir trabajando

Salí de la oficina, regrese a mi escritorio y continúe mi dia laboral lo más tranquila y sin pensar en lo que paso con Sami.

En la tarde mi novia me envió algunos mensajes pero ni siquiera abrí la conversación, no tengo ganas de hablar. Al salir me fui al gimnasio, Tati me estaba esperando en la puerta ya que después de la última reunión no regreso a la empresa. Fuimos al vestuario y al cambiarnos nuevamente le vi moretones, como siempre esquivo el tema y fuimos a hacer ejercicio.

>>Tati<<

Toda esta semana de trabajo junto a Tami se me hizo muy agradable, me siento muy a gusto con ella pero me pone nerviosa cuando me habla sobre los golpes que tengo en el cuerpo o en el labio. Después de un dia intenso en el gimnasio maneje hasta casa, al entrar vi que estaba Ramiro acostado en el sillón, como siempre mirando televisión y tomando cervezas

- Hola Ramiro – volteo a verme - ¿Cenaste? – deje mi bolso del gimnasio en el lavadero

- Hola mi amor – se acercó a mí por detrás y me abrazo – Te extrañe – sentí su bulto erecto apoyándose en mi cola – Me pajee muchas veces pensando en vos – empezó a manosearme – Vamos a coger

- Basta Ramiro – lo empuje separándolo de mi – Estas borracho, no quiero hacerlo así

- ¿Me vas a rechazar? – me aterre al ver la furia en sus ojos – Sos mi esposa y me vas a complacer cuando se me dé la gana – me dio un puñetazo en la cara

Caí al piso, me dio dos golpes más con su mano y luego comenzó a patearme en el estómago, eso me quito el aire y no me permitía ni siquiera gritar. El dolor era muy intenso, las lágrimas caían por mis mejillas pero a él no le importaba. Me levanto jalándome del cabello y me llevo al cuarto, me saco la ropa rompiéndola, me tiro a la cama y se quitó su ropa, agarro su erecto pene y me lo enseño