Capítulo 79

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Capítulo 79

>>Tami<<

Ya pasaron quince días desde que Sami me pidió que no la volviera a molestar y eso hice, solo me la cruce alguna vez en la recepción de la empresa pero no hablamos ni tuvimos ningún tipo de contacto.

Todo el tiempo me la paso llorando, no tengo ganas de hacer nada por lo que falte muchísimo a la empresa y cuando voy no cumplo con los contratos y cancelo las reuniones con los clientes porque no me siento con ánimos de trabajar. Las noches me pesan y no puedo dormir sin tomar alguna bebida que contenga alcohol.

Ya casi falta un mes para el casamiento, este es el quinto dia consecutivo que estoy encerrada en casa, no como, no me baño y no prendí las luces porque la vez que lo intente me ocasiono dolor de cabeza. Todos los días viene alguna de las chicas, toca el timbre y golpea la puerta durante largos minutos pero ni siquiera les contesto, el teléfono de la casa suena todo el tiempo, el celular está apagado ya que ni siquiera lo había cargado, no quiero hablar con nadie y mucho menos que me vean.

No sé qué hora era pero me levante de la cama, fui a la cocina y busque en la vinoteca una botella de vino, lo destape, me senté en el piso y me puse a recordar las palabras de Sami "Me voy a casar con Juanjo", nuevamente comencé a llorar, me puse de pie y le di una fuerte trompada a la pared, me dolió pero no me importo, le pegue una, otra y otra más con la misma fuerza. Sabía que estaba sangrando pero no me interesaba. Tome nuevamente la botella y le di un trago largo, una vez más sonó el teléfono pero me canse de escuchar ese puto sonido así que lo agarre, lo revolee contra la pared y por el ruido me di cuenta que se rompió. Fui a la sala, me senté en uno de los sillones y comenzó sonar el timbre

- Tami, abrí la puerta – Sofía me hablaba preocupada – Por favor, abrime – continúe en silencio – Si no abrís voy a venir con alguien para que abra la puerta – di un nuevo trago de vino – Solo quiero saber que estés bien

Al dar otro trago me di cuenta que me había acabado la botella, la deje caer al piso y el ruido que hizo al romperse me fastidio, me puse de pie, fui nuevamente a la cocina a buscar otra botella y después de destaparla fui a mi cuarto a tomarla. Al finalizarla me acomode en la cama y trate de dormirme de nuevo pero en mi cabeza estaba nuestro último beso en la regadera del Spa, nuevamente las lágrimas cayeron por mis mejillas y abrace la almohada dejando salir todo mi sentimiento hasta quedarme dormida.

Me desperté al escuchar un ruido, unos segundos después se abrió la puerta de mi cuarto, no pude ver quien era ya que la luz no me dejaba abrir los ojos pero sentí que alguien se sentó en mi cama y me hablaba aunque no entendía que decía por el fuerte dolor de cabeza, unos brazos rodearon mi cuerpo y sin quererlo, una vez más, llore hasta que mis ojos se cerraron y me dormí.

Al abrir los ojos pude ver que estaba sola en mi cuarto, seguramente había sido un sueño. Me levante de la cama, supuse que era de noche ya que no pasaba nada de luz a través de las cortinas que había en la ventana de mi cuarto. Abrí la puerta y las luces estaban encendidas, camine hasta llegar a la sala, Sofía y Tatiana estaban sentadas hablando y al verme ambas se pusieron de pie

- Te prepare comida, vamos a comer – negué y fui a sentarme al sillón – Tami, estas muy flaca – insistió Sofía – Vayamos a la cocina para que comas – clave mi mirada en el piso y me senté

- ¿Cómo te hiciste esto? – Tati agarro mi mano – Tengo que curarte, se te está infectando – quite mi mano y la puse entre mis piernas – Ya fue suficiente Tamara – me agarro de los brazos y me volteo haciendo que la vea – ¿Es más fácil estar así que luchar?

Aprendiendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora