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Narración: ______ Kekima

Tokio... la ciudad en la que siempre soñe vivir y al fin aquí estoy.

Mi madre antes de morir hacen dos años atrás me dejo 100,000 dolares, por lo cual ahora, yo, ______ que a cumplido sus dieciocho años se a mudado a su ciudad soñada.

Ya llevaba tres semanas en Tokio y encontre trabajo apenas ayer... En una cafetería algo extraña pero pues, algo es algo.

Iba camino a Anteiku, escuchando mi canción favorita y justamente al terminarse me encontré frente al mismo.

Subí los escalones y entré. Al entrar resono una pequeña campana. Escuche como me dijeron "Bienvenida".

Puse las manos en los bolsillos de mi abrigo de calaveras color negro y me adentre a la cafetería, para seguido preguntar con toda seriedad y frialdad:

—¿Dónde esta Yoshimura?— pregunte, observando a los empleados seriamente. Tanto que cualquiera diría que soy una amargada al ver mi mirada.

—¿Para qué lo quiere?— contestó una chica peli-azul fulminandome con la mirada, así, dandome mala expresión.

—¡¿Y eso a ti qué te importa?!— grité dando un golpe a la barra. Ni siquiera eh empezado a trabajar y ya esta chica esta sacándome de quicio.

—¡Deberia importarme, ya que usted es un simple cliente que ni conocemos!— gritó, también dando un golpe a la barra.

—Ah, así que esta es la actitud con la que estamos... niñita— dije, observandola de mala manera pero acompañada de una sonrisa burlona.

—Touka calmate por favor— escuche decir a un chico peli-negro tímidamente.

—¿Me podrían explicar cuál es todo el alboroto?— pregunto el señor Yoshimura saliendo por la puerta de despacho con una bandeja en sus manos, la cual, llevaba unas tazas.

—Que aquí señorita casco afeitado esta entrando a buscar problemas— dijo con actitud, observandome de mala manera.

—Ah, con qu...— fui interrumpida.

—¡______, bienvenida!— exclamo, sonriendome amablemente. La tal Touka quedo en shock al ver que Yoshimura si me esperaba como me conocia.

—Es un gusto estar aquí señor— dije sonriendo.

—Touka, Kaneki, ella es ______ y estara trabajando con nosotros desde hoy— sonrió. El tal Kaneki también me sonrió.

—Es un gusto estar aquí— dije sonriendoles de vuelta.

—Señor Yoshimura... ¿¡Cómo alguien como e-ell-ella— me señalo. —puede trabajar aquí!?— pregunto enojada, no entendí su "alguien como ella", ni que fuera un alienígena, aunque, ¡Lo soy! jajaja, o ellos unos... que se yo... ¡inhumanos!, por Dios.

Aunque... pensandolo bien, debe decir eso por como me veo, la mayoria de las personas lo hace.

—Es mi ultima palabra ¡Touka!— le regaño. —Kaneki, por favor, llevala a los vestidores para que vista su uniforme.

—¡S-si!— respondió tartamudeante el tal Kaneki.

—Que tengas un exitoso día ______, suerte— dijo sonriendo, después se marcho.

—B-bueno... Hola ______, mi nombre es... Ken, Ken Kaneki..— dijo sonriendome sonrojado, mientras me abria la pequeña puerta para poder pasar adentro de la barra.

—Hola Kaneki,— sonreí. —mi nombre es _______ Kekima.

—Un gusto Kekima, sigueme por favor— dijo entrando por la puerta de solo empleados, yo le seguí.

Me llevo a una habitación donde habían uniformes; me pregunto mi talla por lo cual le conteste y el lo buscó.

Me lo dio y salió de la habitación para así poder cambiarme. Al terminar salí, el me sonrío y me llevo de nuevo a la barra.

De camino a la barra vi a una niña en una habitación pintando; por lo cual me pareció extraño... Tal vez es nieta de Yoshimura, así que le reste importancia y seguí mi camino.

El día estuvo agotador, limpie mesas, serví postres, hice de todo menos café, ya que el señor Yoshimura me enseñara como hacerlo a su manera mañana.

En fín, todo el día sentí una mirada ademas de la tal Touka...

Creo que era el chico del parche, Kaneki, pero evite preguntar al respecto. 

Fui a cambiarme y al salir Yoshimura se encontraba en la barra, parecía que estaba por decir algo, así que me detuve.

—Touka, tal vez mañana tenga curso, por lo que sí en realidad tiene no estara con nosotros, pero aun así, mañana llegará Enji... por sí acaso Touka llega a tener que irse... ¡Que tengan buenas noches!— dijo y entro al despacho.

Salí camino a la panadería para comprar leche, luego iría a mi casa. Debo admitir que el Señor Yoshimura se escucho extraño al mencionar a ese tal Enji.

Narración: Ken Kaneki

Es extraño que el Señor Yoshimura haya contratado a una humana en Anteiku...

Al principio pensé que era un ghoul hasta que la vi tragando unos emparedados a escondidas para luego preparar otros y llevarlos a los clientes.

¿Cómo lo se? Bueno, me pase observandola todo el día. Que más puedo decir; es una chica muy atractiva y interesante pero no quiero que se entere de lo que soy, ya que, por alguna razon, quiero una amistad con ella...

Me adentre a mi casa y al rato salí para arrojar la basura. Cuando ya estaba en la puerta para entrar nuevamente a mi casa escuche a alguien cantando. Mire hacia la carretera y a quien vi me dejo perplejo; era __-__-_____.

La vi dirigirse hacia la casa que se encontraba justo al lado de la mía...

Así que ella es mi nueva vecina, la que llego hace tres semanas...

No se porque... pero sentí una felicidad inmensa al saber que ella era la nueva vecina.

Para iniciar una amistad con ella debo dejar mi timidez a un lado y controlar mis instintos ghoul ¡Y eso haré!

Ternura -Kaneki y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora