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Narración: Ken Kaneki

Viernes 7 de julio - 8:00P.M.

De milagro logre traer a _____ al distrito 11 sin que ningún ghoul se percatara y si se llegaron a percatar lo más probable pensaron que era una víctima o parte de una de mis misiones, debido a que soy nuevo aquí y me están poniendo a prueba.

Ella me hacía imposible las cosas gracias a que se seguía moviendo para zafarse de mi agarre, pero cada vez la aguantaba con más fuerza. Cuando por fin llegue a la habitación, le di los típicos tres golpes a la pared y al esta abrir me me adentre con ____ y detras de mí se cerró la pared. Suspire y solté a ____ delicadamente en el suelo junto a su mochila. Al instante que la solté me miro de una forma adorable para luego contemplar la habitación, seguido de eso vi como cerró sus puños y inició a abrir su boca.

—¡AYUDA!— inició a gritar consecutivamente.

—¿Te puedes callar?— pregunté parandome detras de ella para taparle la boca, seguido me acerque a su oído, cosa que la estremeció un poco y le dije lo siguiente: —Estas en un distrito donde sólo ghouls habitan— sentí como se estremeció ante mi respuesta, pero decidí continuar con la misma: —Aquí el único que quiere mantenerte a salvo soy yo, sí gritas en busca de ayuda solo terminarás siendo devorada— le finalice de susurrar en el oído; suspire para luego soltar el agarre de su boca y seguido ponerme frente a ella con mi dedo índice sobre la boca de mi máscara, indicándole que se quedara cállada, cosa que obedeció. —No puedes salir de esta habitación, ni gritar, ni ponerte a encender tu bocina de música como anormal, y te digo esto último porque vi que la empacaste— expliqué mirando su mochila para luego mirarla a ella. —Porque sino, serás descubierta, aunque estés habitando entre las paredes— le advertí. —Yo me haré responsable de traerte comida todos los días, te observare y me pasare contigo, eso, cuando terminen de ponerme a prueba y me terminen de aceptar, así la cantidad de misiones disminuirá y podré estar más tiempo contigo— suspire al terminar de explicar todo.

—No entiendo... sí el punto de usted, señor ghoul, es mantenerme a salvo no sé porque, para empezar...— tomó uno profundo respiro. —¡ME TRAES A UN NIDO DE GHOULS!— exclamó tan fuerte, tanto que tuve que tapar su boca.

—Dije que no grites— dije soltando su boca para seguido poner mi dedo índice sobre la boca de mi máscara. —Te he estado observando y no podré hacerlo, ya que mañana estaré iniciando las misiones para mi aceptación. Quedándote aquí me hará estar más calmado, debido a que se que estaras segura, ya que el único que sabe de esta habitación y pasadizos secretos soy yo, por lo que creo— respondí cerrando mis ojos para luego abrirlos de nuevo.

—Estaré aburrida aquí sabes— dijo ella haciendo un puchero. El echo de que no pregunte el porque de mis razones de observarla y hacer esto me sorprende un poco.

—Empacaste tu celular, cargador y audífonos, no te aburrirás. Aquí también hay luz, por lo que puedes cargar tu celular; además, allí hay libros— respondí a la vez que señalaba  la pequeña estantería de libros que había a un lado de la habitación. —Puedes leer, intentare venir lo más que pueda para estar contigo.

—Mire señor ghoul, primeramente, yo no lo conozco y segundamente, a mí no me gusta leer ¡y la única excepción para que lea es que el libro me resulte interesante o entretenido!— exclamo a la vez que me daba un apagón de ojos. Ya me esta cansando que me llame "señor ghoul".

—Sí me conoces— solté sin despegar mi mirada de ella.

—¿Ah sí? Ni siquiera sé como te llamas. Si me haces el favor, me podrías dicir tu nombre— dijo mirándome de brazos cruzados.

Ternura -Kaneki y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora