Fuimos deshaciendo el abrazo lentamente. Tenerle tan cerca y no poder besarle me mataba. A medida que nos separábamos, nuestras miradas se enlazaban más y más. Como si quisieran ver lo que el otro sentía, pensaba o quería. Sin darme cuenta, cada vez nuestras caras estaban más cerca. Ansiaba que no quedara distancia alguna entre nosotros. Y cuando casi conseguimos que desaparezca, mi móvil empieza a sonar, rompiendo así el momento y devolviéndonos a la realidad. Realidad donde no estamos juntos, donde ambos nos hicimos daño.
Blas: será mejor que me vaya
-No. Espera porfa.- saque el móvil del bolsillo del pantalón y sin mirar quien era contesté- si? Hola, Mario. Bien, estoy mejor gracias. No, no hace falta que vengas. Nos vemos el lunes. Gracias. Adiós.
Blas: me voy. Es lo mejor.
-bien. Ya nos veremos, entonces. Cuídate.
Blas: igualmente. Hasta la próxima.
-Hasta la próxima.- salió de casa sin mirar atrás, sin despedirse si quiera con dos besos.
En cuanto cerré la puerta, las lágrimas empezaron a caer a medida que los recuerdos volvían. Quizá no había sido buena idea darle el regalo y hacer como si no hubiera pasado nada. Las cosas habían cambiado.
Me puse el pijama y me senté en el sofá. La 1am y sin ninguna gana de dormir. Cogí un libro y empecé a leer. Al menos esto me alejaba un poco de la realidad. Al final me quedé dormida con el libro en la mano.
El lunes al salir de trabajar, a eso de las 5 de la tarde, fui a la inmobiliaria a por las llaves de mi nueva casa. Como seguía sin coche Mario me llevó hasta allí.
-ya las tengo!- exclamé aun sin creérmelo cuando salí del local y me reuní con Mario, que me esperaba fuera apoyado en la moto.
Mario: enhorabuena propietaria!
-gracias!- le dije mordiendo mi labio y lanzándome a abrazarle.
Cuando Mario deshizo el abrazo me besó sin darme tiempo a reaccionar. Y yo...le correspondí. Por un momento imaginé que era Blas, que este era el beso que ayer casi nos dimos.
Mario: vamos a intentarlo, por favor.
-Mario, ya lo hemos hablado. No va a funcionar. Adoro el colegio donde estamos...y si no sale bien...no vamos a poder trabajar juntos.
Mario: pues si no sale bien me cambio y listo. Busco otro colegio. Pero va a salir bien. Dame una oportunidad.
-yo...
Mario: venga sube. Te llevo a tu nueva casa y ya lo pensaras.- dijo tendiéndome el casco.
Nos montamos y pusimos rumbo a mi nueva casa.
Por el camino, abrazada a él como iba empecé a pensar que por intentarlo no se pierde nada. Pero yo aun quería a Blas y olvidarle era imposible, por mucho que había intentado hacerlo. Pero él seguro ya lo había olvidado todo. Solo olvidando podría no guardarme rencor. Un clavo saca a otro clavo, dicen. Y Mario sabe hacerme feliz. Me entiende y me hace reír. Podría ser el comienzo de algo nuevo. Aun mejor, mi nuevo comienzo. Empezar de nuevo en el amor, sin prisas y sin presiones, sin miedos.
Ya me imagino un futuro juntos. Nuestras citas, conociendo a las familias, nuestra boda, viviendo juntos, criando juntos a nuestros hijos,...si. Puedo hacerlo. Ya le quiero, y dicen que el roce hace el cariño... Puedo llegar a amarle, no como a Blas, pero creo que con tiempo podría.
Entre pensamientos y pensamientos habíamos llegado a mi nueva casa.
Mario: si quieres puedo subir y estrenamos la casa...-insinuó
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3- Begin again
Fanfiction"Las historias siempre acaban bien" Noelia estaba cansada de oír siempre la misma frase, de leer los mismos finales en los libros. Han pasado 5 años desde que vió por última vez a su novio y sus amigos. Cinco largos años sin ver a Blas o alguno de...