3- Begin again

30- Disimular y disfrutar

Abro los ojos y me encuentro hiperventilando, sudando y con Silver y Blas a mi lado.

Blas: ya está. Es solo una pesadilla.- me tranquiliza abrazándome y acariciándome el pelo. Mi amigo me acaricia la espalda mientras yo recupero la cordura y vuelvo a la realidad.

Silver: qué soñabas? Tengo que ir llamando a los hombres de blanco?- bromea intentando sacarme una sonrisa. Pero ahora mismo, no tengo ganas de sonreír. Le miro seria y asiento. Eso es lo que necesito, un manicomio.- Voy a por un vaso de agua.

Blas: que te pasaba, amor? Estas bien?- me pregunta tomando mi cara entre sus manos, buscando en mis ojos alguna respuesta

-No...no era nada...- digo con gran esfuerzo. Me cuesta hablar, aun siento la sensación de estar perdiendo la fuerza, de no poder respirar.- Qué hora es?

Blas: las 12 y veinte.- dice y yo asiento asimilando la realidad e intentando tranquilizarme.- Sea lo que sea, ya está. Todo está bien y nada va a pasar, de acuerdo? Ignórala, olvídala. No existe.- me dice consiguiendo que le mire confundida. No le he dicho nada de lo que estaba soñando.- Sé que has soñado con ella.

-Cómo...tan transparente soy?

Silver: tú transparente? Ni de coña! 8 años contigo y aun no se qué significan tus indirectas...-comenta entrando a la habitación con un vaso de agua que me ofrece.

-Gracias- murmuro al coger el vaso. Bebo y al terminar me doy cuenta que ambos me miran.- No ha sido nada, de verdad. La falta de sueño me hace desvariar, no os preocupéis más.

Silver: claro. Será eso... Oye, te llamó tu amiga la rubia antes...-palidezco al oírle decir eso- estas bien? Solo es Paula, hija. Vale que no quieras hablar con ella, pero es tu mejor amiga...disimula un poco.- Al oírle decir el nombre de Paula caigo en nuestras bromas de llamarla rubia por no enterarse de muchas de las bromas que gastamos.

-Paula, claro. Lo siento. A veces olvido que Paula es peor que las rubias. Con lo bien que estaba de castaña... para qué se pondrá de pelirroja...tanta agua oxigenada le afecta...

Blas: como tú de morena, pero sois así y os gusta cambiar más de color que de bragas.

-Oye, que para nosotras fue algo muy importante.

Silver: significó el final de una etapa, el principio de otra, y bla, bla, bla...

-Vete a la mierda, guapo.

Me levanto por fin, mucho más relajada. Desayuno mientras Blas y Silver se gastan bromas y hablan de tonterías para hacerme reír. Y lo consiguen. Desde luego que cuando Paula y yo bromeábamos que Silver iba a ser como nuestro hijo, iba en serio. Aun espero el día que diga que necesita cobijo, y tenga que dormir en el sofá. Sé que ese día llegará. Como también sé que será el Tío Gilito de nuestros hijos, los va a consentir más que los propios abuelos, y ya es decir.

-Me voy a vestir, y cuando venga quiero todo el salón recogido- les advierto dando una patada al pasar al lado de uno de los cojines que han tirado por el suelo.

Silver: si mama! Ahora mismo

-Cachondéate, pero sabes que las collejas caen.

Me voy a la habitación y me visto. Aun no consigo sacarme la pesadilla de la cabeza, pero tengo que disimular. No quiero que nadie sepa que la tengo miedo. En mi familia siempre hemos sido muy brujas, siempre que mi abuela piensa en alguien o sueña con algo, ocurre. Igual con mi madre y conmigo. Tengo miedo de que este sea uno de esos sueños que acaban haciéndose realidad. Obviamente, no sería tan cruel, pero puede hacerle daño a alguno en cualquier momento. Por el momento, haré como si no existiera, si ataca otra vez, tomaré medidas legales.