14- Fantasmas del pasado

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Hola!!

Nuevo capitulo. Sé que empieza un poco raro, pero es así no es que falte alguna parte o que os hayáis perdido algún capitulo. Eso lo primero. Lo segundo es que yo con este capitulo lloré mucho, lo pasé fatal y estuve a punto de quitarlo de la historia, pero a Paula le gustaba y consiguió convencerme para dejarlo. Siento si hay alguien suceptible y le puede costar leerlo, no es mi intención. Pero tengo tendencia a lo melodramático, bueno, a expresar la realidad y no crear cuentos de hadas (que también hay momentos así).

Y despueés de esta parrafada, os dejo leer el capitulo de hoy.

Espero vuestros comentarios (bueno o malos; sugerencias, alagos o críticas) :)

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Carla: sabes lo peor de morirme? Que no voy a estar en vuestra boda. Ni cuando nazcan mis sobrinos...-Su marido no pudo aguantar el llanto y salió de la habitación junto a Mario. Dejándome a mi sola con ella en la habitación.

-Escúchame una cosa. Cuando entres en ese quirófano, quiero que lo hagas con una sonrisa. Porque has vivido. Has tenido una vida fantástica llena de amor y felicidad. Y es por eso que tienes que sonreír y luchar, porque podrías no haberla vivido. Podías no haber estado aquí nunca, pero has tenido la suerte de vivir. Mario no sabe lo que te voy a contar, pero antes de conocerle estaba embarazada. Y ya ves, no tuvo la suerte de vivir. Pero tú si. Y quiero que afrontes esto con una sonrisa, pase lo que pase. - le dije agarrándola fuerte de las manos y con las mejillas empapadas en lágrimas.- He visto a mucha gente superar la enfermedad. Plántale cara.

Carla: y cuantas has visto que no lo hayan superado? Son mayoría.

-la gente lo supera. Es posible. Pero tienes que tener ganas de vivir, de luchar.

Carla: al menos sé que dejo a mi hermano en buenas manos. Y que mis hijos tendrán la mejor tía.

Cada palabra me dolía. ¿Cómo explicar a una persona con altas probabilidades de morir en menos de 2 días, que estás confundida y no sabes si a quien quieres es a su hermano o a otro chico?

Ahora mismo soy el mayor apoyo de esta desconsolada familia.

Llevo aquí desde hace un mes. La semana siguiente a Reyes volvió a aparecer Mario en mi puerta. Me dijo que iban a ingresar a su hermana y la iban a operar, pero los resultados no eran nada esperanzadores.

Desde entonces estoy aquí. Salgo de trabajar y me vengo directamente aquí. Mario necesita a alguien y yo soy su único apoyo en estos momentos. Salgo de allí a las 10 de la noche y cuando llego a casa, me ducho, ceno y me voy a dormir. Si es que logro dormir más de 3horas seguidas sin despertarme a mirar el móvil para ver si me ha llamado.

Los fines de semana me encargo de los sobrinos de Mario. Un niño de 6 años y una niña de 3. Los llevo al parque, de compras, al cine,...algunas veces consigo que Mario nos acompañe, pero pocas veces sale del hospital.

Enfermera: puede salir un momento? Vamos a cambiarla - dijo entrando a la habitación

Salí de la habitación y en el pasillo no había nadie. Fui a la sala de espera a por un chocolate de máquina, y allí estaban Mario y José, su cuñado, llorando desconsoladamente. No podía más con esta situación. Tenían que aprender a disimular, tendrían que ser fuertes por Carla, y los niños.

Cogí el vaso y salí de aquella sala. Empuje la primera puerta que había a mi izquierda y salí a las escaleras. Odiaba este lugar, y odiaba conocérmelo tan bien. Me senté en el primer peldaño y los recuerdos empezaron a llegar. No soportaba estar aquí, me recordaba a cuando mi abuela murió, justo en este pabellón de oncología, en la temida 5a planta. Mi abuela no tenía cáncer, ni tumores, ni nada de eso, pero estaba terminal y esa es la planta donde la mandaron.

3- Begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora