23- De vuelta a la cruda realidad

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A las 16h estábamos rumbo al aeropuerto. Dejábamos atrás un fin de semana lleno de recuerdos, el mejor en mucho tiempo. En aquella habitación de hotel había pasado los mejores momentos, y en esta ciudad he dado los mejores paseos. He vivido el mejor concierto de lahistoria con el mejor hombre que pudiera desear. Y tengo fotos para renovar todo el cabecero de mi cama.

Hay cosas que es mejor no contar, por eso del viaje de vuelta sólo diré que la azafata se enteró que yo no estaba embarazada y que, precisamente, en el baño no estaba Blas sujetándome por mareos.

A la llegada a Barajas, nos asaltaron un grupo de periodistas. Me quedé congelada cuando se acercaron. Blas me cogió de la mano y me iba guiando.

X:Blas son ciertos los rumores de que vais a ser padres?

Y: suenan campanas de boda?

Z: que tal el viaje, Noelia?

Blas: con todo el respeto, ya sabéis que nunca hablo de mi vida privada. Por favor, no preguntéis cosas que ayer se aclararo finalmente por las redes sociales.

X: Noelia no tienes nada que comentar al respecto? O acaso no te dejan hablar.

Blas: perdona? Ella no es un personaje mediático. Tiene todo el derecho a callar.

Z: Blas, te has enterado que esta semana dará una entrevista en exclusiva una exnovia tuya?

-primera noticia que tenemos.

X: piensas que dirá cosas comprometidas de tu novio?

-intuyo quien es y, no. Para nada.

Yo no sabia por donde ibamos ni como conseguía contestar, pero sentir a Blas a mi lado, transmitiéndome seguridad a través de la mano, hizo la situación mas llevadera.

Al fin llegamos al coche y sin decir nada mas, guardamos las maletas y subimos. Para que no dijeran que era una maleducada, baje la ventanilla y me despedí de los periodistas con una sonrisa.

Blas: lo siento.

-tranquilo. Lo entiendo y, después de la que se lío ayer...creo que es normal.

Blas: si...habrá que matar a Carlos por ello.

Llegamos a mi casa y, como de costumbre, no había ni un sitio para aparcar. Lo dejó en doble fila y me ayudó a subir las maletas.

Blas: hablamos luego. Te quiero- me dijo con un beso de despedida.

Deshice la maleta y puse la lavadora mientras hablaba con mi madre por teléfono para decirla que ya habíamos llegado. Me di una ducha, cene ligerito y me fui a dormir. Le mandé antes un whatsapp a Blas diciéndole que no me llamara, que estaba cansada.

El despertador volvió a sonar como cada lunes a las 7:30. No quería levantarme, estaba muerta de sueño y cansancio. Pero las obligaciones son obligaciones. Después de atrasar el momento de levantarme durante 15 minutos, me levanté y me fui a hacer el desayuno. Mientras la leche se calentaba en el microondas me vestí, desayune, me arregle y baje al coche para poner rumbo al colegio.

Llegué antes de la hora, así que me daba tiempo a relajarme un poco en la sala de profesores.

-Buenos días!- saludé entrando en la habitación.

Mario: hola.

-anda! Has vuelto ya.- le dije acercandome a darle un abrazo tras dejar el bolso y el abrigo en una mesa.

Mario: leíste mi mensaje?

-si, pero no pude contestarte...- me excuse. Había estado dándole vueltas a lo que ponía y al final me dije a mi misma que no era nada.

3- Begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora