15- La familia perfecta

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-Buenos días por la mañana! Venga, a desayunar que nos esperan los peques y se prevé un día muy agitado.- le dije con una sonrisa e intentando transmitirle mi alegría cuando entró en la cocina donde yo ya tenía el desayuno.

Mario: buenos días.- respondió sentándose en la mesa

-Vamos a por los peques y sus bicis, pasamos por mi casa a coger la mía y nos vamos a...no sé, un parque. El que queráis.

Mario: me es indiferente.- contestó sin ganas

-vale...pues vamos a donde iba yo de pequeña: al parque de las Siete Tetas. Sé que es en Vallecas y está un poco alejado, pero me encanta ese parque y está genial.- le expliqué mientras cogía una tostada, la untaba de mantequilla y la mordía.

Mario: a qué hora nos esperan?

-dentro de...media hora.- Respondí mirando el reloj. - voy a vestirme.- me levanté, dejé mi taza y mi plato en el fregadero y antes de salir le abrace por detrás y le di un beso.

Salimos en dirección a recoger a los niños y sus bicicletas. Estaban emocionados y cuando vieron a Mario corrieron a abrazarle, volviéndose más locos aún. Fuimos a mi casa para cambiarme y ponerme un chándal y coger mi bici, y nos fuimos al parque.

Al ser sábado había gente, demasiada para ser la última semana de enero, aún hacía frío pero la gente se animaba a pasar un día con sus hijos al aire libre.

-pedalea! Pedalea! Ya lo tienes! Vas solo!- animé al niño que estaba aprendiendo a montar sin ruedines.

Javi: lo he conseguido! Mírame tío Mario, voy solo!

Mario: ya lo veo, campeón! Has visto, Claudia? Tu hermano es todo un campeón.

Estuvimos toda la mañana con las bicis y jugando. Desde fuera seguro que parecía la típica imagen de familia perfecta de las películas. Y lo confirmé cuando una pareja de ancianos nos dijo que teníamos unos hijos muy guapos y alegres.

Mario: has visto, cielo? Si es que hacemos una grandísima pareja

-Perdona, conmigo todo el mundo hace buena pareja...-le dije con aires de superioridad

Mario: pero serás engreída!

-Yo? Todo el mundo me lo dice, pero se equivocan

Mario: seguro?- me preguntó acercándose a mi peligrosamente

-Por supuesto.- le contesté terminando de acercarme a él y esperando que me besara. Pero el beso no llegó y en su lugar empezó a hacerme cosquillas- Para! Para que doy patadas!

Mario: no serías capaz de dejarme sin descendencia...

-Para, no me pongas a prueba.

De la risa terminé tirada en el césped intentando quitármelo de encima. Al fin, después de un mes le volvía a ver sonreír. Estaba quedándome sin respiración por tanta risa cuando una voz nos hizo parar y girarnos.

Claudia: tío, tengo hambre...vamos a ir a comer?-preguntó con vocecilla de pena, para comérsela a ella.

Mario: claro que si, enana. Venga vamos a recoger.

Claudia: podemos ir a comer hamburguesas?

-claro que si, cielo.

Comimos en el McDonald's, cada uno con un HappyMeal, entre risas y más juegos.

Claudia: me puedo quedar hoy a dormir contigo, tía Noe?- me preguntó la niña. Me había llamado tía...era su tía... Todos en la familia me consideraban una más y yo...yo vivía en un océano de dudas.

3- Begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora