29- No tienes nada que temer

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Cuando consigo aparcar, en la radio anuncian las 4:30 de la mañana. Cojo el bolso y subo hasta mi piso. Tras cerrar la puerta con llave, me dirijo al salón, doy la luz y lanzo el bolso y la chaqueta al sofá sin mirar.

Blas: auch!- exclama logrando que yo suelte un chillido.

-Qué coño haces ahí? Dios me has asustado...

Blas: qué hora es?- me pregunta levantándose aún adormilado.

-Estabas esperándome? Las cinco menos veinticinco.

Blas: si que llegas tarde... y si. Tengo que hablar contigo.

-Conmigo? Hablar? Y no puede esperar a mañana? Vale, que pasa?-me siento en el sillón a su lado asustada.

Blas: vete a cambiar y ponerte cómoda, puedo esperar un poco más.

-No. Qué está pasando?

Blas: creo que mejor lo hablamos mañana.

-Blas, suéltalo ya.

Blas: que no. Mañana te lo digo, que ahora te vas a poner histérica y vas a despertar a los vecinos.

-A la mierda los vecinos! Quieres decirme de una puta vez lo que pasa?

Blas: ssh, relájate. A ver, que yo estaba en mi casa muy a gusto, porque ante todo confío en ti y sé que estabas con unos amigos.

-Vale, y?

Blas: pues que si estoy aquí es para que no te pille por sorpresa nada. Prefiero ser yo quien te lo diga. Y porque...me ha preocupado. Quería saber que estabas bien.

-O hablas ya, o sales por esa ventana.

Blas: mira mi móvil.- me dice tendiéndome el aparato- Irene me ha mandado varias fotos tuyas. De hoy. De esta noche.

Introduje el código de seguridad de Blas que ya me sabía de memoria y entré en la carpeta de imágenes. Mi cara debe ser un cuadro porque Blas me coge la mano para darme fuerzas y a la vez tranquilizarme. No puedo creer lo que ven mis ojos. Hay más de 20 fotos del día de hoy. Las primeras saliendo de casa de mis padres con Sergio y por el camino; las siguientes abrazada a Mayden y Cibi; a continuación en el restaurante, hay una que salgo dando de comer a un chico que no se le ve la cara, pero yo sé que es mi hermano; en el parque con la cabeza apoyada en Sergio; y por último, en las que estoy subida a caballito, Mayden llevándome hasta el coche y la despedida con todos. En ninguna foto aparece alguna de las chicas.

-Vaya...me ha estado siguiendo... Hace mejor de detective que el inspector Gadget.- bromeo para restarle tensión a la situación, pero es imposible.

Blas: lee la conversación.

"Irene: y tu chica? La has dejado hoy solita? No te preocupes que ella sabe buscarte sustitutos... Parece que al final no es tan buena como pensabas. Solo busca la fama y el dinero, a la primera se va con otros. Ya ves, las mosquitas muertas son las más putas."

"Blas: la estas siguiendo? No conozco a nadie más rastrera que tu...como puedes caer tan bajo? Deja de mendigar por un poco de atención"

"Irene: si no me haces caso, bueno...tendré que buscar tu atención de otra forma..."

"Blas: Irene, para. Estas a tiempo de dejar esto en una simple anécdota que contar. Te lo advierto, yo no soy Noelia. A la próxima pienso denunciar."

"Irene: si no eres mío, no serás de nadie. Vosotros me arruinasteis la vida, ahora es mi turno."

-Así que ahora nos vigila... Y bueno, tú qué me dices de las fotos?- le pregunto interesada en su reacción

3- Begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora