12- Un cambio radical

1.2K 52 6
                                    

A eso de las 4am recogimos todo, nos despedimos de Paula y Álvaro, y bajamos a la calle. Íbamos ya tan cansados que ni hablamos por el ascensor, solo para hacer los turnos para bajar. Yo fui de las últimas porque me quedé abrazando a mi amiga. Pero como yo soy deportista me bajé por las escaleras. Cuando iba por el cuarto piso, me quité los tacones y bajé lo que quedaba descalza. Por un momento me sentí en una nube, no podía ser más feliz ahora mismo y la sensación del contacto con el suelo me mantenía amarrada en esa nube. Hacía tiempo que no me sentía así, demasiado, creo que desde...desde...desde la fiesta en casa de Dani hace 5 años.

Ese pensamiento hizo que mi nube se convirtiera en un yunque, el contacto con el suelo en un ancla y mi felicidad en el más oscuro sentimiento: una mezcla de culpabilidad, desamor, dolor y tristeza. Recordaba este sentimiento. Esta vez no. No caeré de nuevo. No volveré a ser una inmadura y enterrarme en mi propio agujero.

A lo tonto me había quedado sentada en las escaleras entre el primero y el bajo. Y creo que debí de tardar más de lo que mi mente me decía porque casi organizan grupos de búsqueda.

Nerea: donde te habías metido, muchacha?- preguntó preocupada cuando aparecí por el portal

-Los tacones- dije levantándolos en mi mano

Carlos: tu eso de bajar por el ascensor como las personas normales como que no, verdad?

Silver: el día que la veas coger un ascensor será que esta con la pierna rota

-oye que también los uso! Pero habiendo escaleras...- me defendí mientras me apoyaba en Nerea para ponerme los zapatos otra vez.

Alba: yo estoy congelada, nos podemos ir ya?

Empezamos a despedirnos. Cuando llegué a Blas nos quedamos sin saber que íbamos a hacer.

+Tengo el coche por allí - dijimos a la vez y señalando direcciones opuestas.

Blas: tengo que llevar a estos, que hemos venido en mi coche - dijo señalando a sus amigos

-y yo a los míos- dije divertida mientras señalaba con la cabeza a Nerea y Silver.- Blas, tengo que hablar contigo.- le solté seria. Ahora o nunca. Blas cogió respiró profundamente y fue soltando el aire poco a poco.

Blas: hablamos mañana, entonces? Me puedo pasar por tu casa...

-vale. Hasta mañana.- me acerqué y le di un beso en la mejilla.- Nos vamos, chicos?

Nos despedimos y fuimos en la dirección contraria al resto, que es donde tenía el coche.

Silver: qué. Ha. Sido. Eso?- preguntó separando cada palabra.

-No voy a dejarme llevar. Esta vez no. - dije pisando más fuerte el suelo

Nerea: no tiene porqué ser igual. Ya no eres la misma.

Silver: a ver, eres la misma pero has cambiado. Ya sabes, los años pasan y todo eso.

-lo había entendido, cielo.- dice riéndome por lo nervioso que se había puesto- se que cambié entonces y que he cambiado ahora. Y quiero tomarme las cosas con calma. No quiero que mañana lo dejemos y yo vuelva a caer. - comenté sacando las llaves y abriendo el coche

Nerea: para eso estamos nosotros, para que no caigas. Y esta vez si que no te vamos a seguir el juego. Así que no te vamos a dejar caer.- dijo entrando y abrochándose el cinturón. David iba en la parte de atrás sentado en el medio así podía inclinarse y estar más cerca nuestra.

- lo sé. Y no quiero caer. Siempre he sido alguien estable, y desde que conocí a Blas...hago y actuó como nunca hubiera imaginado.

Silver: eso es amor. El amor nos ciega y nos vuelve más vulnerables. No controlamos nuestros sentimientos pero ellos dominan nuestras acciones. Así de injusto.

3- Begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora