Un Plan A Largo Plazo [Jelsa]

Veintitrés.

***

Juraría el como se sentía...., como si fuera, la chica más miserable del planeta.

___Capítulo Veintitrés: Aléjate de Jack___

—¿Quieres una copa...?—Intervino la joven, mostrándole la botella de vino.

—¿Como que Jack te pedirá matrimonio?—Ignoró Elsa, caminando hasta quedar a su frente. Parecía confundida, dolida.

—Aún no me lo ha pedido, pero..... encontré un anillo de matrimonio en su saco.

~
—¡Jack, que bueno que me contestas! Soy Rapunzel...
~
—¡Esta noche me ha citado en el parque donde me lo presentaste!
~
—Encontré tu alma gemela... La encontré, por fin...
~
–¡¿Que más podría significar!?

–Esto no puede estar pasando—Susurraron el par de albinos al unísono.

[...]

—¿Que estás haciendo?—Habló el moreno, tomando con una mano la pesa con la que la peliblanca ejercitaba.

—¡Hey!–Exclamó molesta, levantándose de aquella máquina.

—¿Que mierda estás haciendo?

—Ejercito—La obviación en sus palabras no sirvieron para más que molestar aún más a Eugene.

—Tu sabes a lo que me refiero.

—No, no lo sé, Eugene—Masculló irritada—Así que,  ¿Serías tan amable de explicarme tu maldita actitud?

—Jack. Jack es lo sucede—La rubia sintió la picazón en su nariz, y ese nudo en su garganta que comenzaba hacerse costumbre en cuanto el tema había vuelto, enmarañando sus palabras.

En un intento fallido de restarle importancia, recurrió una vez más al entrenamiento. Se recostó sobre la máquina de ejercicio y tomó la pesa con ambas manos.

—Con Jack no sucede nada—La antipática frialdad en la que escogió esconder sus verdaderas palabras se esfumaron casi de inmediato. A cualquiera engañaría, pero no a ese castaño, no a el. Eugene la conocía demasiado bien para ser real.

—Elsa—Riñó.

—¿¡Que!?— Exclamó tirando la pesa en su lugar, lo miró enfurecida, directo a aquellos ojos marrones que solían desmentir cada sentimiento en ella. Su facción tensada se relajó de a poco, volviendo a esa vulnerable faceta suya. Sus ojos se cristalizaron como reacción, directo a abrazarlo—Se comprometió. ¡El se casará, Eugene!

—Oh, no, no, no—Habló casi de pronto, separándola de si—¡Basta de llorar mientras culpas a la vida de tus estúpidas desiciones! ¡Joder, Elsa! ¿Podrías dejar ese papel un momento? Quiero que vayas, ahora mismo, y por una puta vez en tu vida, te aferres a lo que quieres. Ve por el.

La rubia lo miró consternada, sus lágrimas cesaron y sin decir una palabra más salió del gimnasio policial.  Caminó a grandes zancadas hasta su automóvil, subiendo a el, se topó con aquellos retrovisores dirigidos a ella. Mirando a su reflejo con desaprobación, arrancó el móvil.

—No, ¿Sabes que? ¡Cambio de planes!—Exclamó la rubia entrando al departamento de su amiga pelinegra, Tooth—Aléjate.

—¿Que?

—Quiero que te alejes de Jack—Habló sin rodeos, haciendo reír a la chica.

—No—Rió amarga, después de tomar que aquel vino tinto en la elegante copa de sus manos.

—¿C-Como?

—No. No me voy a alejar—Dijo firmemente mientras se cruzaba de brazos.

—¿Que? ¡Pero...!

—Creí que querías eso—Interrumpió, sentándose en aquellos cómodos sillones pertenecientes del lugar, aún sin soltar la bebida—¡Quedarme con el!

—¡Pero cambié de opinión!

—¿¡Por qué!?

—¡Solo aléjate de él!

—¡Joder, Elsa! ¿¡Por qué!?

—¡Porque lo amo!—Exclamó la joven, Rendida—¿Contenta? Le quiero demasiado para verlo contigo...

—¿Es broma, no?

—...No....

—Elsa, no todo sucede como tú quieres, ¿Vale?—Intervino Tooth—Tu no lo mereces.

—¿¡Quieres tu nacionalidad!? ¡Yo te la consigo!—Exclamó de pronto—Pero, A-lé-ja-te de Jack.

—¡Esto no tiene nada que ver con la nacionalidad! ¿Vale?—Explotó la joven—¡Maldición, tu no mereces a alguien como Jack!

—Lo sé, ¿Bien? ¡Lo sé!

—Entonces tú...—La señaló, casi de un modo descarado—..mantente alejada de Jack..

La platinada se ahorró las palabras, su boca cayó abierta y miró a la ojimorada caminar por su lado. Abrió su puerta y echó a la rubia de allí.

Continuará.....