Epílogo.

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–Pienso que después de esperar diez años, merezco un beso apropiado...–Susurró para continuar besando sus finos labios, los que, definitivamente, desde hoy y siempre serían su más grande adicción.

___Epílogo: Constelaciones___

–¡Jack, ya llegué!–El grito de la rubia resonó por todo el interior del hogar. Elsa miró confundida la oscuridad en el lugar, las luces y lámparas se encontraban apagadas, parecía no haber nadie en el departamento–¿J-Jack?

Siguió su recorrido por toda la sala, con cuidado de no caer por algún desorden o mueble. Parecía un tanto tonto, pero ella realmente temía el que Jack se fuera; se diera cuenta de que ella no era buena para el, tomara las valijas y desapareciera de su vida. Después de todo, no sería la primera vez.

Cuando por fin llegó al comedor, lo pudo ver ahí, esperándola con un delantal y velas encendidas.

–Quemé la cena–Se lamentó Jack, la rubia corrió hasta el, y tomándolo por desprevenido, se aferró fuertemente a su ser.

–Creí que te habías ido–Susurró casi al instante.

–Els, yo nunca lo haría–Respondió con una leve risa. La rubia sonrió y se separó para después besarle. Estaban seguros que de eso jamás se cansarían–¡Feliz semanaversario!

–Jack, solo han pasado dos semanas, no necesitas hacer todo esto cada sábado–Rió.

–Es verdad, lo lamento–Susurró cabizbajo– Debes pensar que soy aterrador...

–¡Por supuesto que sí! Yo amo que seas así, Jack–Levantó su mirada con una sonrisa amplia, y rió levemente– Además, si, es demasiado precipitado... Pero creo tener algo que combina a la perfección

–¿De que hablas?

–Jack, Yo sé que siempre digo que no me gusta hacer planes más allá de la próxima semana, que se me llena la boca con eso de que... querer a alguien no tiene nada que ver con firmar un contrato, pero, solo a veces, quieres cambiar de idea...

–Elsa, ¿Q-Que estás haciendo?

–Es que si hay que hacerlo, hay que hacerlo bien–Susurró con diversión–¿Recuerdas cuando fuimos al Empire state?

–¿Que hay con eso?

–¿Recuerdas que no querías subir porque tenías miedo a las alturas? ¿Recuerdas ese terrible vértigo al que te condenabas?

–Y tú me obligaste a subir–Continuó Jack, riendo de aquella vez– Y me hiciste ver que, al hacer algo que te aterraba, después ya no era para tanto...

–Pues entonces sabes lo que siento ahora–El albino miró asombrado el como se agachaba hasta quedar de rodillas, sacando de su bolsillo izquierdo un anillo masculino de oro– Quiero pedirte que te cases conmigo~ Tú haces que el amor me dé menos vértigo, Jack.

Jack, aún sin poder reaccionar, la miró inquietante. Elsa era una mujer hermosa, con la que jamás se arrepentiría el pasar el resto de su vida, pero...., ¿Y qué tal si mañana, o en veinte años, ella despertaba con arrepentimiento de haberse atado al matrimonio?

Un Plan A Largo Plazo [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora