Seis.

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***

...Desde entonces dejó de mirar su día como uno en el que los rechazos abundaban, y se concentró en algo más, convirtiéndose en el día en el que vio a la belleza en su más expresiva forma humana, Elsa...

___Capítulo seis; ¡Basta de citas!___

La joven contestó a su llamado, dejándolo en altavoz, aún sin quitar la vista en el juego tras su pantalla, parecía divertirse demasiado jugando el FIFA que mantenía en el televisor.

—¿Cómo estás?—Saludó la platinada, siguiendo con lo suyo.

—¡Me rindo!—Exclamó la voz tan conocida por la otra línea, Jack—Basta de mujeres.

—Okay, párale a tu desmadre—Respondió Elsa, burlona—Salgamos de lo excesivamente dramático y volvamos a lo parcialmente cuerdo.

—Soy como la kriptonita de mi superman, no encontraré a alguien que me ame—Dramatizó, sacando una sonora carcajada de su mejor amiga.

–Estas siendo demasiado directo, amigo—Habló—Debes relajarte, conocer a alguien. ¡A divertirse!

—¿Entonces es mi culpa?

—Si... Es decir, no, no es tu culpa—Se corrigió a sí misma—Solo te he presentado a las chicas equivocadas, dame una oportunidad más.

—No, Iré directo a la perrera, escogeré un perrito plateado y planearé como pasar el resto de mi vida solo.

—¡Jack, Jack, Jack! ¿Que no aprendiste nada en el tiempo que llevamos de conocernos?—Exclamó la chica—¡Vamos, una oportunidad más! Una cita, prometo que saldrá mejor que las anteriores.

—Bien, consideraré una cita más, con una condición....no muy negociable.

—¿Cuáles son tus exigencias, abogado?—Preguntó Elsa, riendo divertida.

—...Ven conmigo...

—Oh, Dios—Murmuró la platinada.

—No lo haré solo, escoge una cita para mi, y yo escogeré a alguien para ti—Tomó la palabra—Si estás ahí, vas a ver el desastre en directo. Es como estar en la primera fila en una carrera de NASCAR, donde sabes que verás chocar a un montón de autos.

—¿Estás prometiéndome diversión asegurada?—Rió—Mientras vayas con esa actitud taaaan positiva.

—Estoy noventa y nueve coma nueve por ciento seguro que terminaré la noche solo.

—Oh, Jacks'—Suspiró pesada, no podía con la cabeza dura de su amigo—Nos hablamos luego.

El albino cortó la llamada y se dispuso a pegar su frente contra la mesa, estaba cansado, eso se notaba, estaba cansado de no encontrar a esa mujer quien le mostrara la perfección entre besos. Estaba cansado de no encontrar a esa joven que le hiciera perder los estribos con solo un roce de manos, quería tener lo que muchos tenían y no sabían valorarlo, amor.

Amor. Solo eso, solo esto.

Continuará....

Un Plan A Largo Plazo [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora