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Goku

Es una situación fácil.

Besar.

Tocar.

Deslizar ejerciendo una fuerza que prenda el fuego apasionado que se expanda por todas las extremidades en ambas partes.

Digo, hacer un trio es una experiencia que debe ser disfrutado con la tonada caliente de Two Feet Pink en un tono de luz bajo y copas de whisky, ufff, caliente.

La morena delante de mí se deja amarrar las muñecas, tomo su mentón con una fuerza que ocasiona que sus pupilas brillen mas deseosa lanzándose a mis labios en un beso lleno de vehemencia mientras la pelirroja me da una mamada estupendo que me hace jadear y sujetar con mi otra mano su pelo.

Sus uñas deslizan mi piel, mi nombre es dicho por sus bocas calientes, pongo en cuatro a la morena dándole una palmada en sus gluteos, la pelirroja coloca el preservativo en mi miembro erecto y se echa en la cama abriendo sus piernas. Rico.

Las mujeres portan una desnudez de infarto, deberían ser catalogadas una mas de las siete maravillas del mundo.

Arremeto contra la que tengo en cuatro mientras masturbo con mis dedos a la otra.

Sería estupendo ver sus caras siendo folladas por mí polla justo cuando quieren correrse, a veces me odio por lo olvidadizo que puedo llegar a ser en los momentos privados ya que la pelirroja me planta sus senos en mi cara y cuando meto uno en mi boca la puerta de mi habitación se abre.

—Escucha Goku, me importa un bledo tus relaciones sexuales, pero, si me importa a lo que expones a nuestro hijo ¿qué hubiera pasado si fuera él quien abriera la puerta? No tienes cuidado —Enciende la luz y no le doy importancia cuando ya esta frente a mi campo de visión por lo que arremeto contra la morena con mucha mas fuerza.

—Papá, quiero que me ayudes a colorear. —Doy por cancelado la follada cuando mi hijo toca la puerta sin abrirla. ¡Gracias al cielo!

Desamarro a la morena, le doy un beso a las mujeres con lengua sabiendo que a la madre de mi hijo le fastidiara mi ignorancia a su persona.

—Terminaremos otro día.

Lo esperaremos. —contestan por lo que les doy un beso mas a cada una.

Me coloco el bóxer y sabiendo que ellas se están vistiendo abro la puerta y caigo de culo al suelo cuando mi hijo se abalanzó.

Es una cosilla molestosa, pero debo admitirlo, es lo único valioso para mi vida.

Papá, te extrañé. —ubica su mentón en mi pecho dandome una de sus miradas dulces y sonrisa amplia con un diente creciente.

Aun me pregunto de donde sacó la dulzura que desprende. Da igual.

Alzo un poco del cuello de su playera hacia los lados de su boca manchados de chocolate limpiándolos y una vez hecho lo aparto alzándolo por debajo de sus hombros.

Tiene mi cabello azabache.

Su cabello igual era azabache.

Aunque actualmente lo he teñido, me levanto sujetando su mano dirigiéndonos a nuestra habitación dejando la de huésped atrás.

—Ayúdame a pintar, he traído unas acuarelas de casa de mamá. —Corre a su mochila rebuscando lo dicho.

Abro mi armario sacando algunas prendas para vestirme escuchando un poco a mi hijo al estar sumido en mis pensamientos, abotono mi camisa alisandola con mis palmas.

Me giro sentándome al borde de la cama mientras me explica que clase de pintura quiere realizar, es una monada llena de energía, lo pienso revolviendo su cabello con suavidad, balancea sus pies y cuando finaliza su explicación se echa para atrás.

En resumen creo que dijo que quería pintar un arcoiris.

—¿Me ayudarás?

—Claro.

Cierra sus ojos inhalando profundo tomándose unos segundos para soltar una bocanada de aire.

—Gracias, papá. —me acuesto en la cama con la mirada en el techo al escuchar los pasos de su madre entrar.

Ella no es de reproches, como dijo en una ocasión "No estoy para llorar por un hombre, me importas una reverenda mierda" así que cuando deja caer su bolso en mi estomago al punto de dejarme sin aire mientras nuestro hijo se lanza a sus brazos. Hija de...

—Saldremos a pasear ¿te pongo la correa?. —Le saco el dedo corazón, sostiene su bolso y salen de la habitación.

A veces hace que la deteste más.

Oh no, avanzaron unos tres segundos, la detesto aún mas.

No la contradigo por lo que la acompaño, conversamos un poco como sabemos hacerlo, lo normal y sin complicidades, entramos a un restaurante y después seguimos caminando por las calles de la pequeña ciudad, entramos a la biblioteca por algunos libros y ocurre algo curioso cuando la madre de mi hijo y ultimo se van, algo que jamás esperé ver otra vez.

Quizás porque me plantee a la idea de su recuerdo como un sueño roto con un final inconcluso.

Sus obsidianas oscuras me miran con mucha expectación, los muros defensivos se hacen presente endureciendo mi expresión cuando de su voz vuelvo a escuchar mi nombre.

Suspiro, aquel tipo de suspiro que te hace temblar el cuerpo entero.

—Gyumao Milk, no me es agradable verte, de nuevo. —soy sincero.

Vuelve a colocarse los lentes, trago duro cuando se relame los labios con una maldita lentitud antes de curvarse en una sonrisa.

....

Y eeeepaaaaa, a petición de muchas he decidido publicar la segunda parte :3

Ojo: Será una trama totalmente diferente a lo que era antes, aquí Gohan no tiene siete años ni sufre de daltonismo ni tiene un padre ausente, sino uno peculiar ;)

Lo mismo para Milk, vendrán nuevos personajes, mucho drama, reclamos, infidelidades, deseo, sorpresas y otras mas :3.

Como he dicho en el primer libro "No Soy Juguete de Nadie" es mi libro Favorito de todo lo que he escrito, y espero me salga bien esta segunda parte y esperar que sea de su agrado <3.

No Soy Juguete De Nadie II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora