Gohan
—Entonces...¿no dormiré con mi mami? —El señor frente a mí movió su cabeza, eso era un no. —¿no? ¿por qué no? ¡es mi mamá! ¡mía! —agité mis brazos mirando muy enojado al señor.
Este revolvió mi pelo y se encogió de hombros. —Pues... ¿quieres un hermanito? —con esa cuestión paralizó mi chillido, sorbí mi moco y miré al señor que sonrío más ante mi calma.
—¿Hermanito?
Papá dijo que los hermanitos se cuidaban mucho, muchito y que por eso ocuparía mis juguetes...yo no quería que mi hermanito ocupe mis juguetes, son míos, por lo que papá dijo que no tendría un hermanito por el momento, no lo quería ni deseaba.
—Exacto, para que juegue contigo. —limpió con un pañuelo mis mejillas, e incitó que soltará lo que tenía guardado en mi nariz, lo hice bajo su ánimo de ser un niño obediente. —Es bueno tener un hermanito.
—Yo...no quiero...
—¿Hmm?
—No quiero hermanito, no lo quiero...se va a robar mis juguetes. —me di la vuelta, agarré mis juguetes y corrí muy rápido a donde mi mamá.
El señor me perseguía, pero yo solo quería estar con mi mami, ¿por qué papá no quiso venir?, el mar es salado, la arena hace picar mis piecitos, y la casa larga en donde estabamos no es de mi comodidad, me puse de puntillas y giré la manija de la puerta, al abrirse caí contra el suelo encima de mis juguetes.
Me dolió caer, me levanté solo para ver lo que hice.
Pero jadeé al ver mis juguetes en mal estado.
—M-mis...juguetes... —Mi vista se cristalizó, quiero a mi papá.
Mi pecho está caliente y frío, un sabor que no me gustó estaba en mi garganta, mamá oliendo muy raro salió vestida muy bonita acuclillandóse.
—Hijo.
—Lo siento mami, no pude cuidarlos...—Sorbí mi nariz, limpió mis mejillas húmedas elevando mi rostro para que la mirara.
Su labio tenia un color diferente, mamá se veía muy bonita, aunque solo quería que acariciara mi pelo y besara mi frente, hipee mas y me aferré a su cuerpo para chillar, hizo lo que hace para consolarme.
—Quiero a mi papi... vámonos... vámonos a casa...ese señor me da miedo... y no quiero hermanito... noooo mami nooo. —negué exigiéndole, besó mi frente y nos levantó alzándome como si fuera ese animalito perezoso.
—Tranquilo mi niño, tranquilo, no tendrás un hermanito, no te preocupes. —Me acostó en mi cama de este lugar.
—No, no me gusta dormir lejos de tí. —Hundió sus dedos en mis mechones soplando en mi frente, seguía chillando, ya mis ojitos me ardían.
—Esta bien, dormiremos juntos, tú y yo, mi pequeño niño. —unió su frente con la mía.
Me acomodé en su pecho, y el cansancio fue mucho que terminé por dormirme.
Soñé que papá se iba, que mamá dejaba de quererme, que abuela volvía a decirme cosas feas, y con aquel señor que le gustaba observarme en el recreo, todo eso me despertó queriendo abrazar a mi mami, pero no estaba.
Bajé de la cama y comencé a buscarla, cuando la encontré decidí sentarme en el suelo del pasillo cruzando mis piernas y mirar la escena.
Velas en algunos muebles, la ventana abierta, las cortinas moviéndose por el viento suave, mamá con sus brazos alrededor del cuello del señor, estaban muy apegados, arrugué mis cejas cuando el señor se agachó un poco tirando los tirantes bonitos de mamá y estar en su pecho.
¿También los adultos se alimentaban por los senos?, mamá me dijo que eso me alimentaba, el señor debe tener hambre.
Al parecer mucha.
Estuvo así unos segundos, cuando mamá emitió un sonido de quejido me levanté apresurado. —¡No lastimes a mi mamá! —Eso es maldad, una crueldad, hacerle daño a mamá era un acto vil.
Ellos me miraron, el señor cogió una almohada del sofá y no tuve idea alguna el porqué se cubrió su abdomen, mamá se amarró los tirantes deteniéndome justo cuando quise patear al señor malo.
—Hijo, espera...
—¡No! ¡él quiso hacerte daño! ¡voy a patearlo!.
Patalee, mamá me decía que todo estaba bien, me enojó mucho que ese señor quiso hablarme, pero todo era claro como el agua, quería quitarme a mi mamá para hacerle daño.
—¡Tranquilizate mocoso del demonio! —el señor me sujeto, mordí su mano sin embargo hizo una mueca y me miró a los ojos los cuales me dieron un poco de miedo— ¡tu madre me gusta, mucho, jamás le haría daño, es...algo que nunca haría!
Eso me dejo sin habla, mamá sonrío, y estuve por decir algo, pero la cortina estaba en llamas, unos libros igual, la alfombra se unió y no tardó mucho en que los bomberos vinieran, me regalaron una paleta mientras miraba como apagaban el fuego, genial.
—Esto es el total a pagar por los daños. —le entregan un papel al señor y mamá.
—¡Que bonito arde! —elevé mis manos al fuego que sobresalía de la ventana.
—Este niño me agrada. —dijo un señor bombero, yo solo les sonreí sin entender el porque habían muchos adultos enojados.
.....
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No Soy Juguete De Nadie II✔
FanfictionLas lecciones de la vida pasan, otras se toman una pausa que parecen estar concluídas sin siquiera el adiós dicho y unas vez te das cuenta que lo que creíste concluido vuelve a retomarse con una fuerza que te arrasa hasta el ultimo suspiro, sabrás q...