Gohan
Mis piecitos se chiparon y caí al suelo muy fuerte, tanto que me dolió el raspón en mi rodillas, intenté resistir, intenté no llorar, pero el sonido de susto que emitió mi mami y la rapidez con la que se acercó a mí me hizo saber que me hice daño.
—Mami, duele. —hipee aferrándome a su pecho brindándome la seguridad de que no iba a pasarme de nuevo.
—No dejes nada dentro mi niño. —La suavidad de su voz me hizo asentir y aferrarme más a mi mami.
Sí quieres llorar, llora, no te lo guardes nunca.
Me decía cuando me lastimaba.
Me alzó hasta el sofá, me gané un caramelo de su parte al quedarme quieto para que me curará mi raspón, seco mis mejillas y limpió mi nariz, mamá se veía mas bonita, pero aun triste.
—El señor que tenía hambre, ¿volverá? —Me mira, coloco mis manitas en sus mejillas que cambiaron su color a uno como el de la manzana.
Exhalo por largos segundos, pestañé y me bajé del sofá con su mano agarrando la mía, me puso un abrigo, mis botitas y una bufanda.
—Iremos a cenar a fuera. —Dijo, asentí obediente a su lado.
Supongo que hablar del señor era un tema de adultos.
Papá no estaba cuando desperté, mamá dijo que él estaría con su novia en algo importante, algo de acoplamientos de sentimientos y algo de "amor", no lo entendía bien, pero no me importa, vi a mamá bailar en la cocina muy bonito y la remedé aunque el resultado fue un raspón en mis rodillas.
—Mamá, no pises las rayas.
—Oh, cierto.
Sonreí cuando sus pasos en el suelo fueron evitando pisar las rayas de los cuadritos, salte de uno en uno, una persona me rozó con mucha fuerza mi hombro que caí de nuevo, mamá arrugó el ceño levantándome y alzando la voz a la persona que también alzó la voz, le aclaré que me encontraba bien, besó mi mejilla de manera sonora dejándome en el suelo cuando el señor aburrido la empujo, eso me enojó y estaba por patearlo, pero mamá le dio un puñetazo en la cara que aplaudí entusiasmado.
El señor aburrido se fue corriendo, sujeté la mano de mi mami con la mirada de mucha gente sobre nosotros, entramos a un restaurante, me emocioné cuando me trajeron una hamburguesa, aunque quedé en mi sitio cuando mamá casí vómito.
—¡Mamá!
Se tambaleó cerrando sus ojos cayendo de rodillas, me acerqué rápido y no quería asustarme, pero me paralice cuando tosió y en su palma había sangre.
Sangre.
Salía sangre cuando había herida.
Mi mami está herida.
—¡Alguien...por favor llamé a mi papi! ¡mamá está mal! ¡mi mamá está herida! —grité, pero me sentí desubicado cuando sacaron sus celulares y no se acercaban a ayudar.
¿Por qué no hacen nada?
—Tranquilo hijo. —me atrajo contra su pecho, temblé por su voz débil— vamos a casa. —Asentí, no sabía como ayudarla.
El hambre se me fue por completo.
Al llegar a casa, junté muchas cajas para llegar al teléfono, papá me hizo aprender su número con una música pegajosa, cantureé y llamé, llamé muchas veces pero no contestó.
—Papá.
Apreté mis labios, no quería llorar, preocuparía más a mi mami, ella seguía tosiendo, sudaba y temblaba, tenía miedo, ¿y si se moría?, no quería que mamá se muera, eso no quiero.
Me puse de nuevo mis botitas y el abrigo, la abuela no vivía muy lejos de aquí, ella ayudará a mamá, la miré un poco más, respiraba muy rápido y apretaba las sábanas con una expresión dolorosa, me arme de valor y salí de casa para buscar ayuda.
Habían muchas personas en la noche, el frío incrementó, caminé hasta la calle esperando que el semáforo cambiara para que pudiera pasar, lo hice, caminé más y más, comencé asustarme al no encontrar la calle de la abuela, me detuve en una esquina, mis dientes castañeaban por el frío, exhale sobre mis manos para calentarme, una sombra cubrió la mía, me giré a ver a una persona.
Intercambiamos unas palabras, me alegré cuando quiso ayudar a mi mami, acepté su ayuda y entré a su cálido auto, el frío se esfumó al instante, él cerró el lado de su puerta, me ofreció un chocolate que bebí.
El sueño que me vino fue mucho, no era normal que me diera sueño de pronto, dolía mi cabeza y miraba muy borroso, luego ya no ví nada más.
...
Ay mi bebé Gohan :'3.
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No Soy Juguete De Nadie II✔
FanficLas lecciones de la vida pasan, otras se toman una pausa que parecen estar concluídas sin siquiera el adiós dicho y unas vez te das cuenta que lo que creíste concluido vuelve a retomarse con una fuerza que te arrasa hasta el ultimo suspiro, sabrás q...