|[15]|

540 85 21
                                    

Goku

Mi pecho se infla de una alegría indescriptible, mis manos sudan un poco, por no decir demasiado, cuando meto la llave en la cerradura y abro la puerta de mi apartamento, Milk se quita la chamarra cuando ingresamos y la deja caer en el suelo dando unos pasos más al ver el detalle de mi sorpresa, con ayuda de mi hijo y de la bruja de su madre.

Globos con luces en una clase de camino hacia el ventanal de mi salón con su alrededor lleno de flores de diferentes tipos, cerca del ventanal hay una mesita de vidrio con postres y bebidas, espero que le guste, ya que me esforcé en entender las instrucciones de la bruja que no dejaba de molestarme cuando preparaba los postres.

Cierro con seguro, me quito los zapatos, mis latidos puedo escucharlos con claridad, en este punto, solo puedo decir que volver a tenerla en mi vida me ha hecho entender que solo mis sentimientos por ella estaban guardados, como aquellos libros en una biblioteca, que cuando lo encuentras esta llena de polvo y soplas, esta intacto.

Inhalo y exhalo avanzando hacia ella, rodeo mis brazos por su cintura y dejarla sobre su vientre, ¿que hubiera pasado si ella hubiera tenido a nuestro hijo?, al pensar en ello solo me da un sabor amargo en la boca, ya que por ello y su sinceridad me golpearon demasiado bajo.

Yo la quería.

—¿Te has puesto romántico? ¿es este el momento en el que me giro y te beso? —echa aun lado su cabeza dejándome libre su cuello.

No pierdo el tiempo para sumergirme en ese espacio para alimentar una parte de mí, entreabro mis labios acariciando la textura suave de su piel hasta su mentón.

—No novia mía. —Traga con dificultad posando una mano sobre las mías.— es este el momento en el que sonríes y pasas de mí para ir a probar lo que te preparé. —Cierra sus ojos dejando escapar un suspiro, beso de manera lenta su mentón, su calor corporal esta aumentando y decido que no es el momento por lo que me alejo.

—Ven, quiero que pruebes. —Nos acercamos a la mesita, toma un postre y lo prueba— ¿Que tal?

—Nada mal. —Responde, agarra la copa de un postre de chocolate y se mueve por los alrededores de los adornos, se ve calmada, no puedo asegurar nada de lo que pueda estar pensando.

Se detiene donde se encuentra el estéreo, saca su celular, y en menos de dos minutos suena una canción, se mueve medio bailando la tonada del inicio caminando hacia mi dirección.

Me quedo quieto, deja el postre en la mesita, rodea mi cuello con sus brazos cantando aquella canción que me deja un cúmulo de emociones que me hacen sentir un poco de nostalgia.

Debí haberte dicho lo que significabas para mí, —Relame sus labios, me inclino a su altura para sentirla mas cerca— porque ahora estoy pagando el precio, —susurra sobre mis labios. —En otra vida, yo sería tu chica. —Intenta alejarse pero se lo impido.

—No...

—¿No?— La musica sigue sonando, tiene un gran impacto en lo que nos pasó.

—Esta vez no dejaré que te alejes, esta vez no me iré. —Sus ojos oscuros se arremolinan una capa de cristal.

—No aborté... No quedé embarazada. —Suelta como si estuviera cansada de retenerlo ubicando su cabeza en mi pecho.

Asimilo sus palabras, me siento un imbécil por actuar de manera precipitada esa vez que papá me había dicho que enfrentara todo el rollo de esa vez, sin embargo solo decidí irme para que no duela el verla.

Me dolía cada segundo el no saber nada de su vida, incluso llegué a un punto en el que tuve problemas para relacionarme con mujeres, y cuando estuve con una desconocida, solo la recordaba, siempre lo hice, solo aprendí a ocultar que ya no me afectaba.

—Salió negativo el examen de sangre... —su voz suena débil— yo... Te busqué, no estabas, pensé que te vería en el aeropuerto... No estuviste. —¿Me buscó?— incluso te llamé, y no sabes cuanto me repudio el haberte hecho daño esa vez, ya no quiero dejarte ir, no quiero. —niega con la cabeza.

—Lo siento...

—Te eché de menos, cada instante de mi vida te eché de menos. —quito los mechones de su frente y darle un beso en esa parte.

—Te extrañé, mi azabache. —tomo sus mejillas, medio sonríe y asiente deslizando de sus ojos aquellas lagrimas que no pude evitar que salgan, pero si limpiarlas.

—Sé mío de nuevo. —cierra sus ojos cuando nuestros labios se rozan.

—¿Dónde firmo? —Digo, termina por sonreír, uno nuestros labios y es aquí donde lo inevitable comienza a surgir y a verse.

...

Sorry por la tardanza :'3.

La escritora anda en sus papeleos de casi adulta :'c.

Gocen su life jóvenes, que sales de promoción y ya andan presionando con que harás con tu vida :'3

No Soy Juguete De Nadie II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora