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Goku

Estaba tenso.

El que ella se esté comiendo sus uñas meciéndose sobre el asiento de copiloto viéndose de manera preocupante no me ayudaba ni calmaba, dejé de morder mis labios al saborear el salado sabor de la sangre, miré un segundo por el espejo retrovisor a Milk que miraba por la ventana de manera neutra, apenas iniciamos de nuevo nuestra relación y mi hijo desaparece.

Son mas de las doce de la noche, hemos preguntado a los vecinos, ellos nos dijeron que lo vieron irse a unas calles abajo sin un supervisor, hubiera agradecido que su sistema de vecinos metiches estuvieran activado en esos momentos para impedir que mi hijo se fuese solo, apreté mis manos sobre el volante, maldita sea.

Debí contestar.

Debí intuirlo.

Nean no llamaba mas de las ocho y menos si no tenía a Gohan conmigo, era una emergencia y no atendí.

Estar de nuevo con Milk fue tan intenso, hipnotizante y envolvente que todo lo que me rodeaba se me olvidó, hubiera sido de mi gusto que esta noche fueramos solo los dos sin ningún tipo de preocupación, pero no ha de ser así.

—¿Tomaste tus medicinas?

—Se me acabaron.

Esbocé una sonrisa amarga y sarcástica. — ¿Se te acabaron o no quisiste continuar? —Su silencio me confirmo lo segundo que apreté la mandíbula deteniéndome ante el semáforo rojo y voltearme, sin evitarlo, enojado. —¿Te rindes?, quieres que nuestro hijo se quede sin su madre.

—No hay muchas opciones para mí.

Golpeé el volante del auto mirándola furioso haciendo que se removiera como una chiquilla en su lugar.

—Si la hay, por ello el tratamiento que debes seguir.

—Quiero encontrar a mi hijo, ahorrate tus palabras. —cubrió sus oídos y aquello aumentó mi enfadoso que quité su mano de aquel lugar, Milk me nombró y las bocinas de los demás autos se escucharon detrás.

—Nuestro hijo se salió, tuviste un ataque que pudiste haberlo impedido si seguías el tratamiento porque algo me dice que se salió para buscar ayuda.

—¡Ayuda que debió ser escuchada por su padre!

Me quitó de un manotón mi mano de la suya, sus ojos se cristalizaron y me debilité tanto que miré adelante impidiendo que el nudo se formara en mi garganta.

—Nean —Milk habló— ¿Hay alguien que viva cerca de tu casa? Vuestro hijo debió dirigirse allí. —aquello hizo que levantara el rostro pálido y asintiera.

Hubiera negado una y mil veces que mi hijo se fuera donde esa mujer, sin embargo, ahora deseaba con mucha fuerza que estuviera con ella.

Aceleré sin importarme saltarme las señales de alto, no respiré bien hasta detenerme el auto frente a la casa de su madre, no cerré la puerta caminando a pasos rápidos hacia la casa de la madre de Nean quien ya se encontraba aporreando la puerta y gritando el nombre de nuestro hijo.

Milk estaba al lado de Nean consolándola e intentando darle ánimos, la puerta se abrió dejando ver a la bruja mayor recién despertando.

Sabía lo que diría cuando Nean le preguntara sobre Gohan, mas no disminuyó su efecto cuando negó en que no había visto a su nieto desde la ultima visita.

Fue suficiente para que Milk la sostuviera antes de que se desplomara y comenzara a llorar con mucha fuerza y dolor que tuve que cubrir mi boca para no soltar nada venenoso y de lo que me fuera a arrepentir.

El susto en mí era mucho, mi hijo era tan solo un niño pequeñito en una ciudad tan grande y peligrosa llena de maldades y perversidad que me dejó sin aliento.

—Lo encontraremos, vuestro hijo volverá con ustedes. —Milk la abrazaba con mucha fuerza que me determinó unos instante amargandome la boca.

—¿Pero en qué condiciones? —soltó la bruja mayor rebalsando mi límite de paciencia y mirarla al punto que retrocediera nerviosa.

Entonces las horas siguieron, los primeros días igual en los cuales no dormí bien, ni siquiera conciliaba el sueño, Nean fue internada e intentaba huir para buscarlo, estaba empeorando su salud cada día más, no había información de su paradero, nadie lo ha visto mas allá del vecindario, los policías no hacían mucho, Milk imprimió muchas copias del aviso de su desaparición, comenzaba a ahogarme en toda esta desesperación que lo único que me calmaba y rompía más era oler la ropita de mi hijo.

El primer mes se hizo presenté, y ante la desaparición de mi hijo, Milk me dio la noticia de que estaba embarazada.

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No Soy Juguete De Nadie II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora