Summy

Capítulo 22 - Mr. Autoestima

Llevaba diez minutos mirando la blanca pared, recostada en mi cama, escuchando canciones que me parecían terriblemente malas.

El aburrimiento me consumía, poco a poco, el día se estaba pasando muy lento ¿Qué horas eran? Miré mi celular, viendo la hora y bufé ¡Apenas eran las doce del día!

El sonido de un bebé llorando comenzó... Hayley estaba de visita, eso podíamos tenerlo por seguro. Me giré sobre mi cama y suspiré, podía pasar algo de tiempo con mi hermana, pero desgraciadamente el bebé era dependiente de ella y no podía soltarlo ningún momento, extraño los tiempos donde tenía a Hayley solo para mí. Pensé en ir con Dylan, así que me levanté y me dirigí a la habitación de mi hermano.

Caminé lentamente por el pasillo, haciendo movimientos extraños, como si fuera un super espía... ¿Qué? Tenía que distraerme con alguna cosa. Abrí la puerta sin hacer algún ruido, y me encontré a Dylan con short, sandalias y sin camisa, frente al espejo diciendo quién sabe que.

Reí, se veía tan estúpido.

—Tú eres el mejor, Dylan. Tienes cualidades, y muchas. Tú podrás conquistar a Chloe, lo lograrás —  Decía el mientras apuntaba el espejo.

Mi risa se hizo un poco más fuerte, vamos, ver a tu hermano de diecinueve con cara de dieciséis dándose ánimos para subir su autoestima era algo gracioso, aunque hubiera sido mejor encontrarlo viendo alguna revista para mayores de edad.

<<Summer ¿Recuerdas la vez que encontraste un par de preservativos usados en el cuarto de Hayley?>>

Me retracto, haberlo encontrado viendo algo morboso no hubiera sido gracioso, hubiera sido asqueroso.

Toqué la puerta, él volteó y me sonrió.

—¿Se puede pasar, Mr. Autoestima? — Pregunté con una sonrisa en el rostro.

—Claro ¿Por qué me dices "Mr. Autoestima"?... Oh, me viste — Dijo él seriamente, yo reí y me senté en su cama.

—Con que Dylan quiere conquistar a una chica ¿Eh? Hace mucho que no lo veía hablándole a un espejo desde que había terminado con Jessica — Comenté divertida.

Estaba hablando en serio.

Papá y yo nos dirigimos a la habitación de Dylan, papá abrió un poco sin hacer ruido, encontramos a Dylan diciéndole cosas al espejo.

—Eres un gran novio, Dylan. Seguramente a Jessica le encantará tu regalo, vamos ¿Qué otra cosa mejor le pudiste haber dado? Nada, porque escogiste el mejor regalo del mundo.

Reí, ahora entiendo porque siempre que abro las puertas sin hacer ruido.

<<¿Sabes? Es mejor que cierres la boca pequeña, tú también hablas con el espejo>>

¿Yo? Pff, claro que no.

<<Todos sabemos que sí>>

—Austin, amm, te traje esto, porque, amm, somos muy unidos y eres alguien muy especial en mi vida y pues, te lo quiero agradecer. Gracias por estar en mi vida

《Que patética eres》

¿Porqué?

《Te lo diré querida Summer alias estupitonta, llevas en frente del espejo de tu madre mas de media hora diciendo discursos ridículos para que según tú, saber que decirle a Austin》

Para empezar Alessia, ese día era el mismísimo día de San Valentin, a parte de que todos aquí sabemos que Austin siempre me ha puesto muy nerviosa.