Capítulo 16 - Tus Estupidas Comiditas

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Limpié mi boca con las lágrimas en los ojos y miré a papá.

—Sólo estás enferma Summer, no te vas a morir.— Dijo dándome palmadas en la espalda, yo volví a soltar vómito en el inodoro, me sentía mareada y sin fuerzas. —Vamos antes de que te pongas peor.— Dijo mientras yo me levantaba y limpiaba mi boca con papel higiénico. Nos dirigimos al auto, ahí ya se encontraban mamá y Dylan esperando. 

Dylan y yo nos habíamos enfermado del estómago misteriosamente, mamá se encontraba hablando por teléfono con Hayley al parecer.

—Tus dos hermanos están enfermos de la panza, no han dejado de vomitar desde que se levantaron, ahora vamos en camino al médico ¿Qué les diste de comer ayer?— Preguntó mi madre extrañada, se escuchaba que Hayley le explicaba algo. —Pero si serás tonta Hayley, así no se cocina... No me interesa si Jerry no se enfermo Hayley, tus hermanos están en un estado horrible y tú muy bien gracias.— Dijo mi mamá molesta. Dylan le pidió el celular y ella se lo dio.

—Sólo quiero decirte que te odio con toda mi alma y todo mi ser y que nunca voy a volver a aceptar tus estupidas comiditas.— Dijo molesto para después darle el celular de nuevo a mi mamá.

—Perdona a Dylan, es que a él le dio un poco peor.— Se disculpó mamá. —Summer está un poco más débil y no quería moverse de su cama, ya me estaba preocupando ya que ella siempre se la pasa gritando por toda la cocina, ya se me hacía raro no escucharla...

Mamá seguía hablando con Hayley mientras Dylan y yo sólo nos retorcíamos del dolor de panza que teníamos ¿Por qué nos odias Hayley? ¿Tu odio es tan grande que nos quisiste matar? Mi hermano se encontraba con su típica cara de odio la vida sólo que ahora más pálido de lo que está, yo no podía ver mi rostro pero sabía que me encontraba mal, por suerte a Dylan y a mí no nos dio por vomitar dentro de la camioneta de papá.

Cuando llegamos al doctor la maldita recepcionista no nos quería pasar con el doctor, por lo que tuvimos que sentarnos en la sala de espera, yo me recargue en el pecho de papá y cerré los ojos, no tenía muchas ganas de levantarme que digamos, Dylan estaba sentado al lado de papá con los brazos cruzados esperando a que nombrarán nuestros nombres.

—Summer y Dylan Matthew.— Dijo un doctor después de un largo tiempo de estar ahí. Papá y mamá nos acompañaron a la oficina del doctor.

Tomamos asiento, el doctor nos miro fijamente. —¿Cuál es el problema?— Preguntó serio, mamá estaba a punto de hablar pero yo me adelanté.

—¡Nuestro hermana quiso matarnos!— Grité asustada.

—Nos dio comida envenenada.— Habló mi hermano a punto de llorar.

—Y ahora estamos aquí, tristes y con dolor de panza... Y vómito.— Terminé, el doctor rió un poco ¿A caso le causaba gracia nuestro sufrimiento? ¿POR QUÉ ERA TAN CRUEL?

—Intoxicación.— Dijo apuntando algo en una hoja. —Pasen aquí por favor.— Dijo apuntando una una camilla, ambos nos fuimos a sentar, nos reviso a cada uno el rostro.

—Tienen un sistema inmunológico muy débil.— Dijo apuntando en la hoja. —Por eso es que se enfermaron, a parte de que la comida tiene algo que les hizo mucho daño, normalmente se dura una semana con esta Intoxicación, eso ya depende de la persona.— Dijo para después salir un poco de su oficina, todos nos mantuvimos en silencio hasta que llegó. —Tienen que tomar estos medicamentos cada ocho y doce horas.— Dijo dejando cuatro medicamentos en el escritorio. —Estos dos serían para la niña y estos dos para el muchacho.

El doctor les explicó un par de cosas a nuestros padres antes de irnos, luego nos dirigimos a casa y yo me fui directo a mi habitación cuando llegamos, revisé mi celular y tenía dos mensajes de Austin.

SummyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora