CAPITULO 11

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-Dinos sobre...- Rubius masajeó su barbilla con su dedo índice y pulgar- Sobre tu familia y luego háblanos de ti.- dijo sonriendo, yo asentí dudoso.

-Pues mi madre trabaja en una empresa muy importante de Madrid, luego mi hermana Carol que tiene 8 años pero tiene una mente mas adulta que la mía...- dije riendo.- Y luego estoy yo, aunque básicamente no tengo mucho que decir, me gusta la musica, el arte, no soy tan sociable como creen en realidad, en mi antigua escuela solamente tenía una amiga, Anna era su nombre pero como ella tiene otros horarios nunca estamos en contacto.- dije algo triste, Anna era la única chica que siempre estuvo para mi en los mas duros y felices momentos de mi vida, fue el hombro en el cual apoyarme, fue ella la que venía a mi casa a altas horas de la noche para que yo no me ahogara en mis lágrimas y penas, ella era la única en quien confiaba realmente y jamas me juzgó, su colorado cabello junto con su graciosa risa me causaban gracia y siempre estuvo para hacerme reír o por lo menos sonreír.

-Y... Tu padre?- preguntó Samuel. Mi rostro cambió drásticamente al escuchar esa pregunta, Samuel al darse cuanta que la había cagado intentó solucionarlo.

-No, lo siento... No sabia... Yo...-

-Tranquilo...- lo interrumpí sonriendo triste.- No me importa contarlo, ya no me afecta como antes...- dije triste, Samuel solo asintió.- Antes de que mi hermana naciera, mi padre era un hombre totalmente admirable, tenía un empleo con unos ingresos muy altos, tenía una familia, era sumamente amoroso con su esposa e hijo, pasaron unos años y decidieron tener un hermano para mi, así fue como nació Carol, cuando yo tenía 9... Pasando los años mi padre se volvió mas distante con todos nosotros, se la pasaba en el trabajo, mi madre se quedaba despierta hasta las tantas de la noche esperándolo con la cena lista... En ese tiempo yo tenía un equipo de fútbol y recuerdo que siempre me decía algo similar "Que bien campeón... Pero no podré ir porque tengo una junta en el trabajo" y me revolvía el cabello, lo peor de todo es que siempre lo invitaba a ver alguno de mis partidos aún sabiendo que se iba a inventar alguna excusa para no tener que pasar tiempo conmigo, era un gilipollas...-dije riendo con frustración.- Unos meses después a la noche, nos llegó una carta... Era de mi padre, supuestamente a esa hora tenía que estar en el trabajo pero según lo que decía en la carta, él había escapado junto con una amante que había conocido en su trabajo, ahí deduje el porqué de su tanta tardanza, el porqué de su maldita actuación, el porqué escuchaba todas las noche a mi madre llorar en su habitación sola...- dije mientras cerraba mi puño hasta que mis nudillos se pusieran blancos y mis uñas se clavaran en ambas palmas de mis manos hasta hacerme doler, Samuel dándose cuenta de que mi acción comenzaba a lastimarme, apoyó su mano sobre mi hombro, suspire y continué.- Mi madre siempre fue fuerte, siempre se mostraba risueña y feliz dentro de lo que cabía la situación pero de noche cuando mi hermana dormía, yo escuchaba y consolaba a mi madre en su habitación. Unos meses después mi madre consiguió empleo en una empresa editora de revista y así fue ascendiendo hasta estar donde está ahora, es editora en jefe, mi hermana casi no recuerda nada pero a veces tiene recuerdos convertidos en pesadillas y yo... Bueno... Solo pienso que todo ese amor fue fingido, que todas sus sonrisas dirigidas a cualquiera de nosotros tres fueron falsas...- dije con la voz quebrada y mis ojos ahogados en lágrimas.- Supongo que cuando se cansó de fingir escribió esta carta...- dije sintiendo como una lágrima corría por mi mejilla hasta terminar en la comisura de mi labio, yo sonreí.- Pero fui un idiota por creerme toda esa estupidez...- Me quedé callado y todos en silencio me observaban con sorpresa, hasta que Frank habló.

-No fue tu culpa creerle esa estupidez, fue culpa del que hizo la estupidez, fue culpa de tu padre...- dijo poniendo una mano en mi otro hombro.

-Frank tiene razón, no debes culparte por eso.- dijo Luzu que estaba sentado en el césped del parque.

Escucha tu Destino - WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora