Capitulo 23

121 15 7
                                    

Narra Samuel:

Salí de la clase de matemáticas preocupado por Guillermo, escuchaba los murmullos de los demás alumnos, creando sus estúpidas teorías. "Estará drogado? " "Está loco" "Siempre fue raro" y un sin fin de comentarios ofensivos hacia su persona, con los puños cerrados a mas no poder y tratando de no golpear a nadie por sus comentarios, salí por la puerta del instituto y esperé a Alex, él era el único con el que podía hablar ahora.
Lo ví a lo lejos, en su rostro no había ninguna expresión, estaba acompañado de Mangel, Rubén y Frank, parece que le hablaban pero el no respondía, de no haberme topado en su camino, se hubiera ido a casa sin palabra algúna.

-Que ha pasado allí? -le dije a Alex. Se lo veía preocupado.

-N-No lo se... -me dijo mirandome a los ojos, estaban aguados... Estaba apunto de llorar. - No se que pasó, estoy preocupado, jamas actuó asi en todo este tiempo, algo malo esta pasando. -me dijo respirando de forma agitada.

-Tranquilo... -dijo Frank apoyando una mano en el pecho de Alex para calmarlo.

-Tenemos que ir con él... - dije sin pensarlo.

-Estará en su casa? -dijo Mangel.

-A donde más podría haber ido? -dije yo.

-Ok, vamos, no se por que presiento que se viene algo grande y hay que apoyar a Guille en todo... -dijo Rubén serio... Jamás lo ví asi.

...

El trayecto hacia la casa de Guillermo se me hacía largo, ninguno de nosotros decía una palabra, todos estábamos igual, pensando que había pasado pero sin dar ninguna teoría que se acerque a la realidad.
Ya estábamos en el barrio de Guille y por alguna razón todo estaba muy tranquilo, era como si la felicidad de este barrio dependiera de la de Guillermo, sé que es una locura pero ya no podía pensar con claridad, necesitaba saber que pasó.
Nos encontrábamos en la entrada, todos en silencio, dí un paso más para golpear la puerta pero esta se abrió de golpe asustándome un poco.
Por detrás de la puerta pudimos ver a una mujer adulta con los mismos ojos rasgados que Guille, solo que estos tenían una cuantas arrugas, también noté que sus ojos estaban rojos, como si estuviera a punto de romper en llanto.

-Buenas tardes señora, somos amigos de Guille y queríamos saber que... - empecé a hablar yo por todos pero la mujer me interrumpió.

-Guillermo no está en casa querido. -dijo con una triste sonrisa.

-Queríamos saber que ha pasado. -dijo Frank directamente.

-Lo sé... Es mejor que lo escuchen de él. -dijo en un suspiro. -Está en el parque... Me alegra que tenga amigos tan considerados, por cierto mi nombre es Elena. -nos dijo con una sonrisa un poco fingida.

-Encantados.- dije por todos nuevamente. -Chicos, vamos al parque. -yo los miré y todo asintieron.- Adiós señora Elena. -

-Adios chicos.- ella cerró la puerta y nosotros volvimos por donde habíamos venido. Nuevamente el silencio reinó entre nosotros, en mis pensamientos solo estaban los ojos de la pobre Elena, rojos y conteniendo a duras penas el llanto, me pregunto si Guille estará así ahora mismo.

Llegamos al parque, ví la hora en mi movil, eran las 19:18.

-Este parque es inmenso, jamas lo encontraremos aquí. -dijo Rubén revolviéndose el cabello nervioso.

-Hay que separarnos, el que lo encuentra le manda un mensaje a los demás con la ubicación. -dije mirándolos a todos. -Que Mangel y Rubén vallan por el camino de la izquierda, Frank y Alex por el medio y yo por el de la derecha, hay que apurarnos, ya casi anochece. -dije mirando el cielo pintado de matices rosas y naranjas.
Cada uno fue por el lado asignado, ya casi no habían personas en mi zona, solo algunas paseando a sus perros y señoras haciendo ejercicio. Seguí caminando, el cielo ya se estaba oscureciendo, debía encontrarlo.
Llegué a una zona donde no había nadie, todo estaba en silencio y solo se escuchaban unos pocos grillos empezando a cantar, el aire se hacía cada vez mas frío y recordé que Guillermo solo llevaba una camiseta y dudo que haya tomado un abrigo antes de salir de su casa nuevamente.

Escucha tu Destino - WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora