Infinitos besos para Aries

"Shango"

Gaby estaba llorando mientras sostenía su muñeca y Santiago estaba a su costado tratando de consolarla, ella había tenido una pesadilla.

-Tal vez si le cantamos, se tranquiliza- dije mirando a Gaby como lloraba, sus hermanitos la miraban también pero asustados.

-¿Qué canción?-

-"La lechuza" ¿sabes?-

-¿Cómo no? Si me la cantaban cada rato mi maestra, "formó parte de mi infancia"- dijo con orgullo Santiago.

-Entonces, comencemos...

-La lechuza, la lechuza hace shhh, hace shhhh, como la lechuza, como la lechuza, hace shhh, hace shhh- los dos terminal de cantar pero ella seguía cantando y Darline con Santiago aplaudían "Que lindos, les gustó la canción"

-No funcionó -

-Yo voy a cantar otra canción- dijo Santiago.

-¿Cuál es la canción?- dije curiosa.

-Duérmete mi niña, duérmete ya, que viene el coco y te comerá- cantó Santiago, "Gran error en cantar eso"

Gaby, Darline y Ángel abrieron sus ojos sorprendidos, mientras se llenaban de lágrimas.

-¡El COCO!, me va a comer, ¡Tía el coco me va a comer!- dijo Ángel abrazándome, fulmine con la mirada a Santiago.

-No mi amor, el tío Santiago sólo estaba jugando- dije dándole pequeños besos en la cabeza, las dos gemelas también se acercaron y me abrazaron.

-Creo que te quieren más que mí-

-Tienes otra idea, ahora los tres están llorando-

-Creo que sí, ahora vuelvo - él se fue hacia no sé dónde.

Senté a los tres pequeños en la cama mientras les secaba sus lágrimas.

-El coco no vendrá por mi ¿verdad?-

-No pequeña- me costó mucho convencerla de que no pasaría eso.

Después de diez minutos, los pequeños esbozaron una sonrisa mientras miraban detrás de mí.

-¡Shango!-dijeron los tres al mismo tiempo, volteé y me encontré con algo realmente gracioso.

"Santiago disfrazado de gorila"

-Hola niños, me dijeron que estaban llorando mucho, porque un tonto los asustó, bueno ahora van a reír mucho mucho mucho- "Shango" se acercó a los niños a hacerles cosquillas.
Ahora entiendo porque su hermana lo llamaba así.

Después de treinta minutos, los peques ya estaban comiendo junto a Shango.

-Shango ya se va niños los veo otro día - los niños se despidieron de él, después de diez minutos más apareció Santiago un poco sudado.

-¡Tío, Shango estuvo aquí!-

-Sí, y que te dijo... - los pequeños hablaron con él toda la mañana, Santiago recibió una llamada.

-Es su mamá- los niños de nuevo animados hablaron de Shango- durarán por lo menos unos treinta minutos, mmm vamos a la sala, no hemos tenido tiempo juntos esta mañana- agarro mi mano y me jaló hasta el sofá.

-Ahora sí, ¿dormiste bien anoche?-

-Sí- dije sonrojada -¿Por qué me abrazaste?

-Tenía frío y ahora también tengo frío - dijo abrazándome, gire mi cabeza para verlo pero en vez de eso mis labios chocaron con los de él- No te pudiste contener de tenerme tan cerca ¿No? Osita-