Infinitos besos para Aries

Parte 1 "Feria"

Me tire en mi cama ya había llegado a mi casa, Santiago se había ido a su casa para dejar sus cosas y después volver conmigo.
"Hay que salir" me dijo varias veces cuando veníamos en el taxi.

—¡Nos trajeron algo!— Escuche a Gaby que gritaba desde afuera.

—Hola— les Sonreí y les di su beso a cada uno —¿Por que están aquí? — Le pregunté a Santiago después de que los niños se fueran a jugar.

—Mi hermana me dijo que... Ya sabes.

—No lo sé.

—Querían agrandar la familia— Me sorprendí, ¡Más hijos! — Bueno, así que me los traje.

—Otro sobrino más. ¡Wauu!

—Solo hay tres niños en toda la familia, en el tuyo hay... — Contó con sus dedos — Más de diez.

—¡Tío, vamos a la feria! — Todos me miraron, esperando mi respuesta, asentí lentamente — Vamos a casa de nuevo para recoger nuestros sombreros.

—No creo, sus padres están haciendo algo importante, allí les compramos.

Los pequeños caminaban delante de nosotros. Felizmente no hay carros por esta zona.

—Yo quiero este, no, este mejor— Darline probándose unas orejas de... "Que animal era ese" ratón creo.

—Solo elige uno pequeña.

—¡Quiero este! — señaló las orejas de un elefante.

—Vamos al primer juego— Ángel señaló un castillo inflado.

—¿Cuánto dura el juego?—

—Unos quince minutos —

—Bien aquí lo dejamos, cuidelos— El señor recibió el dinero y asintió.

—Y ahora... ¿Qué hacemos?

— Vamos a la montaña rusa—

—No quiero— le dije negándome al instante — Me da miedo las alturas, además ese juego sube y baja —

—Asi se te va a quitar el miedo, vamos osita — Agarro mi mano con fuerza y me llevó a la fila que hacían para entrar al juego, cuando llegó nuestro turno, me apegue más a Santiago— Tranquila, lo tengo todo controlado.

La cosa comenzó avanzar, mis manos me sudaban y mi corazón latía fuerte, cada vez estábamos más cerca de caer y...

—¡AHHHH, BAJAME DE AQUI MI@##! ¡TENGO UNA VIDA POR DELANTE! — Hablé mejor dicho, grité.

"Cuando tengas miedo solo cierra tus ojos" decía mi mamá, cerré mis ojos con fuerza, me tranquilice y esperé a que acabara pero de nuevo venía otra bajada —¡NO JODAS! — Aquí es donde pasan por una cámara y esta te toma foto, algunos salen bonitos, otros sorprendidos y mi cara.

—¿Cómo pudieron sacar esta foto? ¡JAJAJA! ¡DEBES DE VER TU CARA! — Mire la foto y si pues mi expresión no tiene palabras.

—Ya deja de burlarte— Le quite la foto y la guardé —Los niños ya deben de haber salido.
Fuimos al juego, ellos estaban sentaditos esperándonos.

—Tio, ¿La tía Antonella estaba gritando? ¿Por qué gritaba?

—¿Se escuchó hasta aquí pequeño?— Ángel asintió.
"No puede ser". Mi novio no pudo contenerse más y se rió.
"Las miradas matan" y creo que Santiago sabe perfectamente de eso por la mirada que le acabo de dar.

— Ahora, ¿Dónde quieren ir? — Gaby y Darline señalaron un castillo de princesas, en cambio Ángel señaló a un centro de pintura— Yo voy con Ángel, Santiago, con las niñas— Las pequeñas dieron un pequeño salto de felicidad y se llevaron a su tío. Me dirigí al centro de pintura con Ángel.

—¿Que quieres pintar, mi niño?— La señora le dio a escoger muchos dibujos.
Ángel escogió un caballo, la señora le dio las pinturas y él cuadro para pintar.

—¿Es su hijo?— Me preguntó la señora.

—No, es el sobrino de mi novio— "Ahh" susurró —¿Quieres comer algo, pequeño?

—¡Algodón de azúcar! — Lo deje a cargo de la señora, salí para buscar el vendedor, compré dos, caminé hacia el centro pero me detuve a ver el castillo, por las ventanas se podían ver a las niñas vestidas de princesa, me acerqué un poco más por curiosidad y ... Vi una hermosa hada bailarina con su tutú y quien era pues si, Santiago.