Me miro directamente a los ojos aún estábamos en la cama y aún él seguía encima mio.
—¿Nos vamos a quedar así hasta que amanezca?— Dije, Santiago me dio un pequeño beso en la punta de mi nariz.
—Si, toda la noche—
Nos quedamos en silencio, sólo se podía escuchar su respiración, sus ojos seguían clavados en los míos, escondió su cabeza en mi cuello dándome pequeños besos hasta llegar ahí. Me estremecí ante ello, levanto su cabeza y sonrió.
Me cambio rápido,tenia ya 10 minutos de retraso para llegar a la Universidad, Santiago ya había salido yo era la única que estaba ahí. Me puse mi ultima prenda para correr hacia el lugar.
Abro la puerta con cuidado, "No está el profesor", bien comenzamos bien. Vi a Estef sentado al final con la cabeza baja, me acerque a él y me senté a su costado.—¿Resolviste las cosas con Jane?
—Sí, puedo decir que si... creo —
Dijo nervioso y dudando.—¿Tus padres ya saben?— Él asintió, me miró.
—Lo que dije ese día, de que si no fuera por Santiago tu fueras la que estaría embarazada yo quería decirte...
—Lo dijiste sin pensarlo, lo sé —Él negó varias veces.
—Lo decía enserio, si Santiago no hubiera entrado en tu vida, nosotros seriamos novios y tal vez nosotros seriamos padres ahora.
—Yo nunca me acostaría contigo Estef, solo eres mi amigo— Suspire — Debes darte una oportunidad con Jane, ella es buena chica, es bonita,es inteligente ¡Por favor, ella es la mujer perfecta para ti Estefano!
—Se que no va a ser fácil olvidarte.
—Pero tampoco imposible —
—Lo voy a intentar, pero podemos salir hoy...
—Voy a trabajar —
No me pudo responder, el profesor ya había entrado al salón, saque mi cuaderno y apunte toda la clase dictó.
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Abrí la puerta de mi casa, me recibió Carolina con su vestido rosa, Estef se acerco a ella sin embargo Carolina se fue corriendo.
—No creo que le caiga —Dijo sonriendo — ¡Ah! Hola—Santiago no respondió, se acercó a mi, me besó y se fue.
—A él tampoco le caigo verdad.—No —Dije riéndome de su cara de decepción.
Se sentó en el sofá, subí a mi cuarto para descambiarme.
—¿Ya comiste? —Santiago negó—Estaba pensando en ir los tres a comer al restaurante, después yo me iría a...
—Vallan ustedes dos — Se puso serio, se echo en la cama y se tapo la cara con una almohada.
—¿Estas celoso? — No dijo nada, tiro a un lado la almohada, se encerró en el baño — De verdad no quieres ir, tienes que comer algo, vamos abre la puerta.
Abre la puerta muy despacio que hasta lo tuve que apresurar, se colocó una polera y salimos tomados de la mano.
—Pensé que íbamos a comer aquí, pero bueno vamos.
....
La verdad lo que pasó después es muy aburrido: Durante toda la hora que comimos, Santiago y Estef no se dejaban de mirar desafiante mente, ¡Hasta llegaron a patearse debajo de la mesa!.
Después de todo eso "Los dos" me dejaron en el minimarket. Lo aburrido se fue en eso momento cuando me dejaron, Jane ya estaba ahí en el cajero donde le toca trabajar, las miradas de Estef y Jane se cruzaron pero Jane lo miraba con odio que hasta yo lo sentí.—¿Estas seguro de que has arreglado las cosas con ella? —
Susurre,él simplemente se fue, Santiago se despidió de mi con un beso.—¿Cómo estas? —
—Tengo muchos mareos y quiero vomitar ahora —Corrió al baño, fui detrás de ella, sostuve su cabello mientras ella expulsada todo lo que había comido. —Esto es horrible y hermoso a la vez Antonella, si quieres tener hijos debes de estar preparada para todo —
—Ya no creo que quiera tener hijos —
—Pero Santiago si —Reí nerviosa, ella sonrió y volvió a vomitar.
—Deberías irte a tu casa, estas mal —
—Voy a estar así todos los días, es parte del embarazo, tenemos que ir afuera ¡A trabajar! —Dijo alegre, "Que cambios de animo tiene"
Me quede parada esperando a que algún cliente venga. Un niño se acerco a mi con una bolsa de papas fritas. "Que rico" escuche que dijo Jane que estaba a mi costado, el niño la miro confuso y divertido a la vez, después de pagar el niño se sentó al frente de Jane a comer, voltee a verla y estaba prácticamente babeando por la comida, debo de comprarle uno, a las embarazadas no se les antoja. Caminé hacia la sección de golosinas, saque un paquete, bueno dos paquetes, yo también tenia abre y especial cuando estoy en mis días.
Pague los paquetes con Jane y le di uno, el niño ya se había ido, ahora si podría comer tranquila. Otro niño llegó con el mismo paquete, y una hora más tarde llegó una niña con Tres de esos, "¡A caso todos ellos se han puesto de acuerdo!". Lo peor es que cada vez que llegaban ellos, Jane me miraba para que le comprara otro, en pocas palabras "Me he quedado sin dinero".
Ya termino nuestra hora de trabajo, Jane se despidió de mi y se fue a casa rápido. Yo me quede en mi lugar esperando que los hombres que estaban atrás de mi se fueran, para ir al baño a cambiarme, tenia miedo de que mi pantalón este manchado. Los hombres después de unos minutos se fueron, me pare de mi asiento y lo vi, "No puede ser" ¡Está manchado!, tapándome con mi mano corrí hasta el baño, cerré la puerta, busque en la caja una serena, ¡Bingo! Acá hay uno, hice todo lo que tenia que hacer, me lave las manos, tome el cerrojo de la puerta para abrirlo pero no podía, lo movía para todos los lados hasta que al fin abrió.
—¡No puede ser, ENSERIO! — Grité, la tienda ya había cerrado, todas las luces estaban apagadas, no podía ver nada lo único que alumbraba era la luz del baño. Tome mi celular y llame al responsable.
—¿Hola?, jefe soy Antonella, quería decirle es que me han dejado dentro de la tienda, puede enviar a alguien que abra la tienda... una hora... ¿Que voy hacer en una hora?... bueno solo voy a esperar— Colgué, apagué la luz del baño y me dirigí a la puerta que en una hora se abrirá.
"Santiago" se me vino a la mente, tengo que llamarlo y decirle que me quede encerrada en la tienda, me tropecé con un estante y mi celular calló al suelo. — NOOO — ... mierd$#//#*&^/.
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Escuche un sonido me levante de inmediato, cuando vi que la puerta se abrió, salí del lugar y respire aire limpio.
El señor que abrió la puerta me miró y cerró la puerta detrás de mi, caminé sonriente a mi casa, abrí la puerta pero vi a nadie, llamé a Santiago.
—Santiago, ¿Dónde estas? Estoy en casa y no te veo... —Él me colgó —¿Qué?.
Iba a cerrar la puerta sin embargo Santiago entró corriendo, al instante que me miro se acercó y me besó desesperado y asustado.
—¿Estas bien? —Dije tratando de recuperar la normalidad de mi respiración.
—¡Dónde estabas, te busque en el minimarket y no estabas, no sabes lo preocupado que estaba Antonella! Pero ya estas aquí. —
Escondió su cabeza en mi cuello y me dio un pequeño beso.—Estoy aquí —Susurre mientras le acariciaba la cabeza.
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Infinitos besos para Aries
RomanceMi vida en resumen era , es y será un problema, para los demás tanto como para Mí. Después de tener novio y terminar de una manera muy" bonita", dicen que siempren cambian, pero para mi fue un poco lento ese proceso por todo el daño que me hic...