"Sueño"

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—No puedo creer lo que veo— dije mirando el boleto de viaje hacia Perú, el vuelo salía en Diciembre, pero me acorde de un pequeño detalle —Ahm, yo ya había comprado uno hace tiempo para Diciembre también —Su cara cambio de repente, pero sus labios se curvaron después de unos segundos.

—Entonces... Nos vamos los dos, siempre he querido conocer... Quiero conocer a tus padres y a ti hermana, quedarme ahí por dos meses, llevar a Carolina y ...

—No creo que debas llevarla, mis padres no les gusta los cerdos—Él hizo un gesto de disgusto —Al menos vas a ir tú ¿No? Es lo importante.

Él sonrió de nuevo y me besó —Tenemos que ir abajo, hemos dejado sola a Jane, ¡Vamos!— Se levanto de la cama, fui detrás de él.
Bajamos las escaleras, vi a Jane tecleando en su celular.

—¿Con quien habla?—Pregunté curiosa.

—¿Ya te dieron tu regalo?—Yo asentí —Entonces... ¡Que comience la fiesta!

Estábamos los tres sentados mirando el... No estábamos los cuatro Santiago, Yo, Jane y el bebé que tiene dentro. Como decía estábamos los cuatro mirando el televisor, así siempre se termina una fiesta, Santiago ya no me estaba abrazando como lo hacia antes cuando nos sentábamos en el sofá, su mirada estaba perdida.

—¿Estas bien?— susurré tomándole la mano, él se quedo mirando nuestras manos entrelazadas por un momento ,levantó la cabeza, mirándome fijamente a los ojos —Me estas asustando —Él iba a responder pero mi celular sonó y tuve que responder.

Me levante del sillón —¿Si?— Pregunté, nadie respondía. "Yogurt" quiero tomar yogurt, me dirigí a la cocina en busca de mi preciado yogurt.

—Hola Antonella, quería decirte o desearte un ¡Feliz Cumpleaños!— Por un momento creí que era Estef pero esa voz era de... ¿De quien era la voz?.

—¿Quien habla?—Dije mientras me servía una taza de mi preciado y delicioso yogurt.

—¿No te acuerdas de mi?, soy lo mas hermoso que te ha pasado en la vida—

—Santiago, deja de hacer ese tipo de bromas, ahora voy estoy tomando yogurt...—

—Soy Ismael—

— ... — Me quede en silencio —¿Quien te dio mi número?

—¿Eso importa? Solo quería decirte feliz cumpleaños hermosa—

—Vuelve a tu perrera Ismael— dije colgando.

Me senté molesta en el sillón, si Ismael era reconocido por algo es porque siempre te arruina días importantes, deje el vaso en el piso sin embargo a la hora de pararme tumbo eso y se rompe en pedazos."Mierda, no le puede ir peor" Jane me miro asustada, recogí los vidrios y los vote a la basura.

—Creo que ya debo irme Antonella, mis padres me están llamando aun quieren hablar conmigo sobre el embarazo, ya sabes como son — Asentí, la acompañe a la puerta y me despedí de ella con un beso en la mejilla.

Eran a las once y cincuenta de la noche, Santiago estaba dormido dándome la espalda, él esta molesto conmigo lo sé pero no se porqué.
Miraba las estrellas por la ventana, mis ojos me pezaban así que decidí cerrarlos.

Corría rápido, con todas mis fuerzas, él señor me quería apuñalar de nuevo, me tropecé con una piedra, caí adolorida al suelo tacandome mi tobillo. Él señor se acercaba más a mi, trate de pararme pero cada vez me caía más fuerte que antes. Vi a Santiago caminando por la acera, grite y hacia señas para que él me viera pero mi intento fue fallido.
Cerré mis ojos esperando que el cuchillo entrara por mi cuerpo, mis lágrimas caían y hacían que quemara mi cara, abrí los ojos  miraba por los costados, él señor no estaba, me tranquilice por un momento .
Camine por la pista sin temor que un carro me atropelle, vi uno rosarme la espalda  y desvanecerse en el camino, fije mi mirada en el carro irse sin embargo escucho gritos de hombre atrás mio, volteé a ver la esquena "Una desastrosa esquema" Él señor estaba acuchillando a Santiago, corrí hacia ellos, golpeé con lo que encontré al señor pero él seguía hiriendo a Santiago, no, lo estaba matando. Los gritos de él cada vez eran mas fuertes, los mios también, la sangre llegó a mi lugar, al lugar donde estaba sentada viendo todo, tape mis ojos con mis manos ensangrentadas.
El ruido cesó, no escuche nada, saqué mis manos y vi al señor mirándome fijamente, me asuste, él se aventó encima mio, acuchillandome, grite de nuevo.
La sangre corría por mi vestido, el viejo señor se sentó mirando su cuchillo pasándole el dedo por la filuda parte de este, desvío su mirada hacia mi sonriendo, levanto la mano con el objeto que iba directo a mi abdomen, Santiago tomo su mano con fuerza.

—No le hagas más daño por favor— hablo con una voz apenas audible. Él señor lo miro con burla.

—Entonces... Es tu turno— Se abalanzó sobre el metiéndole el cuchillo. Los ojos de Santiago se cerraron, no los abría, el señor desapareció al instante, me acerque a el tocándole la cara, estaba fría, las lágrimas que tenia se había combinado con su sangre, tome su cabeza y lo coloque en mis piernas, lo llame varias veces pero no respondía, pase mis dedos por su nariz, él no estaba respirando,me levante de golpe, Santiago estaba muerto, mi Santiago esta muerto.

¡No!— grité levantándome, con los ojos rojos y con lágrimas, Santiago no estaba a mi lado, segundos después apareció por la puerta mirándome asustado, lo vi y lloré aun más.
Él se acercó a mi, se sentó en la cama e inmediatamente lo abracé, sabía que él no entendía lo que pasaba sin embargo me abrazó.
Nos acomodamos mejor, ahora yo estoy sentada en sus piernas y con la cabeza en su cuello, mientras que él me abrazaba.

—¿Que pasó?—Preguntó con una voz dulce. No respondí, me quede en silencio por varios minutos hasta que decido contarle todo mi sueño.

—Sabes que eso es lo que yo haría.

—¿Qué?

—No dejaría que te hicieran daño, nunca.

Con sus dedos levantó mi cara, me dio un beso profundo, se recostó en la cama y me atrajo hacia él, poniéndome encima suyo, en un descuido sentí que su cuerpo ahora esta encima mio.

—Ya no tengas miedo osita, yo siempre te voy a proteger — Dijo.

Tomo mis manos, entrelazó sus dedos con los míos hasta que finalmente me beso de una manera que yo no podría explicar.

Infinitos besos para AriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora