"Beso"

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Posé mis ojos en él, esperando una respuesta .

— ¿No estas molesto?—

— Ya te dije que no, preciosa— Al momento de darme un beso sentí su aroma.

—¿Estás borracho?

—Me tomaste por sorpresa, no, no estoy borracho— Cantó.

—Santiago estás cantando...,mejor vamos a la cama, mañana hablamos.

Lo tomé por el brazo y lo guíe a mi cama, él se echó y comenzó a reírse.

—Sacate las zapatillas.

—Lalalalala ropaaa también— Lo detuve cuando se quería sacar su pantalón.

—¡No! Solo duerme — Lo abrigue para irme a bañar.

Abrí el grifo, el agua caliente comenzó a caer al suelo, debo bañarme para mañana bueno hoy tenga más tiempo. Aún seguía pensando en las palabras
de mi prima, ella también se metió con Ismael aparte de Anabella, ahora quiere a Santiago ¿Que se cree?.

La puerta se abrió de repente, en un movimiento ágil agarre la toalla y me tape el cuerpo.

—¡Santiago se supone que debes de tocar la puerta antes de entrar!

— Solo quería esperarte para ir a dormir contigo.

— Ya voy a terminar — Él se quedó parado esperando — Sal, por favor.

Él se fue, seguí bañándome y seguí pensando, volví a taparme cuando Santiago volvió a entrar.

—¡Santiago!

—¿Para que vas a utilizar la sal?— Trajo un poco de sal en su mano— ¿Es una nueva manera de bañarse?

— Santiago, mejor...— di un gran suspiro — Esperame afuera, ¿Si?

— Quiero esperarte aquí — Se sentó apoyando su cabeza a la pared— ¿Sabes? Extraño algo de nosotros.

—¿Que cosa? —Me puse la bata de baño.

— Te lo cuento arriba— cerró sus ojos, aproveche el momento y me vestí

—Vamos— Subió con dificultad las escaleras pero llegamos —Ahora si dime ¿Que extrañas?

—Extraño de ti... Tus besos—

Lo mire confundida— Santiago, te beso todos los días— Apague la luz y me acosté a su lado.

— Tus besos con mordidas— Me susurro en el oído

—Es en serio— Él asintió —De verdad quieres uno —Volvió asentir — Bueno— Me acerque a él y lo besé fue un beso "Mordida", él me regresó el beso " Mordida".

—Ahora sí estoy feliz — Me abrazó — Creo que ya se me pasó lo ebrio, vamos a dormir— Me dio un beso en la frente y nos quedamos dormidos.

El sonido de las hojas chocando con la ventana me despertó, sus brazos aún me rodeaban.

—¡Antonella ya vámonos! ¡Desde hace rato te estoy llamando! —Grito mi mamá desde abajo.

Me levanté de la cama sin embargo mi novio me detuvo — Quédate un rato más.

—Debo de irme, mi mamá está llamándome.

—¿A dónde vas?

—Al Spa, para arreglarme para la boda, ¿Te duele tu cabeza?

—Un poco.

— Te voy a dejar una pastilla en la mesa de abajo, la tomas — Le dije mientras me cambiaba, me acerque a él y lo besé — Nos vemos más tarde.

Infinitos besos para AriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora