"La mejor Noche"

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—Deberiamos entrar a la cabaña, ya estas comenzando a temblar- Estábamos los dos aún sentados con la ropa mojada cerca del lago, Santiago me abrazaba pero ni su abrazo me abrigaba.
Me había hablado hace unos minutos de su casa cerca de aquí, muy cerca por cierto desde aquí puedo verlo, nos quedaríamos a dormir hoy ahí y mañana nos iriamos.

Entramos, Santiago cerró la puerta tras él.

-Ven, te voy a dar ropa seca - Lo seguí hasta su cuarto, me dio un vestido crema a la altura de las rodillas.

-¿De quién es?-

-De mi hermana -

-No creo que le guste que me vista con su ropa-

-No te preocupes, es nuevo ni lo a utilizado—"Gracias"-—Sacate la ropa— "¡¿QUE?!" —Tengo que meterlo en la lavadora para que te vistas mañana.

-¿Donde esta el baño?- Me señaló la puerta abierta junto a la cama - Okey- Entre.

Me quite la ropa y me puse él vestido, salí del baño.

-Donde lo lavo

-No yo lo hago, te vas a resfriar, además solo lo voy a poner en la lavadora- Él ya estaba cambiado, un polo y un short del mismo color vestía.

Me senté en la cama esperándolo, Se podía escuchar el sonido de la lavadora, él entró y se acostó a mi costado.

-¿Tienes hambre?

-Acabamos de comer, Santiago.

- No importa, yo quiero comer, algo simple, como crepas con frutas por dentro. Si eso suena bien- Se dijo para si mismo -¡Vamos!

-Ya, vamos hacer esto, tomatita tu cortas las frutas y yo hago las crepas.

Me dio todas las frutas necesarias para cortar, y corte y corte, también me corte mi dedo pero nada grande.
¡MI DEDO ESTA CHORREANDO SANGRE EN EL LAVADERO!
felizmente a la fruta no le cayó nada.

-Eso te pasa por distraída, no tengo curitas, ¡Ah ya sé! - Sacó las etiquetas de las bolsas de las frutas y me las pegó en mi dedo.

-Santiago, ¿Que haces?

-No has visto en las películas, que el chico le pone stikers en vez de  curitas.

-¡Son curitas con diseño, estos son etiquetas de las frutas!, pero ya no importa, ya termine - Él sonrió y me dio un beso en la frente. Agarro las pequeñas partes de las frutas y las colocó en un envase.
Dejé que haga lo suyo, yo prepare el agua.
Santiago salio con una manta grande y unas velas, regresó por la comida.

-¿Comeremos afuera?

- Si, ven- Llevé la bebida.
Deje los vasos con la jarra en la tela extendida.
Los platos tenían dos cepas cada una, la mermelada de fresa en el medio y las velas al frente de nosotros, iluminando el lugar.

-Santia...

-Anto...

-Dime

-No, habla tu primero.

-Okey, el boleto de avión para ir a mi país, el que tu me regalaste...

-Si lo se, tu ya habías comprado uno antes.

- Tu me dijiste que ibas a viajar conmigo, ¿Eso es verdad?

-Si, si tu quieres que vaya.

-Faltan dos semanas y yo regreso en un mes, ya sabes hasta que termine mis vacaciones.

-Lo sé, si me dices todo eso es que...

-Quiero que vayas conmigo- Su sonrisa se amplió mucho.

-Entonces debo preparar ya mis maletas. -Dijo emocionado.

-Dime lo querías decir- Suspiro hondo, me miro fijamente a los ojos y habló.

- Sabes, eres la chica más maravillosa que he conocido en mi vida, me acuerdo que mi hermana me contaba que cuando vio por primera vez a su esposo se dijo a ella misma que ellos eran el uno para el otro, ella me decía que me iban a romper el corazón si o si pero llegaría un día donde sentiría eso, lo que sintió ella. Cuando te vi por primera vez, estabas tratando de que no te roben, me decía a mi mismo que te ayude, te veías indefensa sin embargo después de enfrentar al ladrón tu me seguías golpeando a mi,tengo que decirte esto si o si "Golpeas como un oso" es por eso que te digo Osita-Me tocó mi mejilla y siguió - Me enamoré de ti a primera vista, trate de verte seguido, tu talvez no lo notabas pero yo pasaba por tu casa todos los días, esperando a que tu salgas, le conté a mi hermana sobre ti, ella simplemente sonrió, sonrió mucho me dijo que me había enamorado completamente de ti y tenia que luchar por ti, cada día me iba acercando un poco más y te dije para tener una cita, yo te esperé pero no llegaste, sabia que algo andaba mal, después todo paso en cámara rápida, yo salí, camine, te vi tirada en el piso con sangre alrededor, no sabia que hacer, mi mundo se caía, mi mundo se estaba muriendo, las personas estaban aterrorizadas, yo te abracé y te hablaba al oído, ese día fue el peor de todos y tan solo recordarlo... - Me acerque a él, le di un pequeño beso en la frente para que se calmara - Ese día no quise dejarte sola nunca más, quiero tenerte a mi lado, quiero decir orgulloso de que tu eres mi novia, quiero decirte esto desde hace tiempo. Antonella ¿Quieres ser mi novia?.

Me miro a los ojos, estaba nervioso lo sabia, yo aún no respondía, podía ver en sus ojos que él ya había perdido las esperanzas, él no sabe que yo siento lo mismo.

-Si...- No me dejó terminar y se colocó encima mio - Yo también siento lo mismo que tú, estoy enamorada de ti ...

Otra vez me interrumpió pero esta vez con un beso apasionado, crucé mis brazos por su cuello, sus labios bajaron por mi mejilla hasta llegar a mi cuello.
Me alzó y me dejo en la cama blanca, sus besos cada minuto eran más apasionados. Sabía lo que iba a suceder, estaba consciente de esto, también estaba consciente de saber que estoy muy enamorada de él y se que él es la persona correcta para hacer esto.
El sudor era ahora lo que nos cubría, las respiraciones agitadas de nosotros y nuestros latidos era lo único que se escuchaba en toda la habitación.

-Te amo, Antonella- Mis ojos se clavaron en los suyos, mi corazón comenzó a latir mas rápido, era lo único que quería escuchar.

-Tambien te amo Santiago.

Sonrió de oreja a oreja, volvió a besarme.
La noche fue larga, fue una de las mejores noches de mi vida, no...
"Fue la mejor"

Infinitos besos para AriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora