Cuando Nos Descubra La Casualidad

Ilusión Y Mentiras

Pasamos toda la tarde haciendo chistes malos, y recordando nuestra juventud, el reposó su cabeza en mis piernas mientras disfrutábamos del aire más que muy fresco, sentados en la hierba fresca. Así había sido nuestra juventud, la casa de los padres de Mike era muy grande y solo un par de veces en el verano fui con él solo unos días. No entendía como tenían una casa tan grande pero imaginaba que sus abuelos habían heredado la casa a sus padres y que esa casa era grande por que había sido un hotel o algo así. Mike y yo eramos los mejores amigos, y un viejo amigo que conocí en la universidad aun que el no era joven, me dió un consejo extraño, y creía que lo decía por que quizá Mike se lo había pedido. Solía decir, vuélvete pareja de tú mejor amigo ¿Quién te conoce más que él? por que ya ha visto la peor y la mejor versión de ti. Íbamos juntos a todos lados, y solía sentarme con él hasta adelante los primeros años cuando me negaba a usar lentes, después tuve que utilizarlos y nos sentábamos hasta el fondo en las clases que no nos gustaban, hacíamos chistes y reíamos por todo, quizá hubo un tiempo en que saber lo que teníamos era muy extraño, nos tomábamos de las manos al caminar hasta la más mínima distancia, el me escribia poemas y todo era muy confuso, ni sus padres creían que yo estuviera con él, pensaban que lo hacía quizá por algún tipo de interés, solo que no tenia nada por que hacerlo, Mike era alguien común, sus padres eran buenos médicos y ganaban lo suficiente para sus tres hijos, y mantener una casa normal, y yo seria médico así que por la atención no era. Mike era diferente en el pasado, todos le decían feo, era alto demasiado alto y delgado, y su cabello siempre estaba despeinado, lo que resaltaba de su rostro eran sus ojos azules grisáceos, usaba frenos en los dientes. Claramente todo cambio para cuando terminamos la universidad, comenzó a obsesionarse e ir al gimnasio, pasaba horas ahí, y en un año y medio ya tenia brazos y abdominales muy marcados, aumentó su masa muscular y sus dientes pronto no necesitaban más esos metales, tenia una sonrisa perfecta y blanca, se peinaba más y las chicas lo acosaban y seguían, desde las enfermeras hasta las químicas, no era más el patito feo, era un bello cisne, jamás me sentí mal por su cambio, todo lo contrario era la más feliz por ello. Pasábamos cada verano con sus padres quien ya me veían de la familia, yo no tenia a donde ir en verano o navidad, y como no mencionar mi cumpleaños, hasta que conocí a Mike había olvidado mi fecha de cumpleaños, nadie me recordaba, y supongo tenía la culpa por no hablar mucho. Una tarde de verano, él me llevó a su casa y al llegar sus padres me habían hecho una pequeña fiesta, era como mi familia. Hubo alguna vez un beso entre nosotros dos, debajo de algún árbol o camino al campus después de comer algo, o quizá fue después de algún examen, ya no recuerdo que pasó en todo el día a excepción de ese beso, había algo de reparador en sus besos, todo ese dolor del pasado se esfumó en ese instante, fue como si me quitaran un peso de encima, me sentía más ligera y libre, creía que iba a volar. Fue el mejor beso que me habían dado hasta mi corta edad en aquel entonces. No se repitió más por que Mike no quería hablar de eso, supongo por eso jamás fuimos más que mejores amigos.

Y estar sentados bajo el árbol era como ser jóvenes de nuevo, como si volviesemos a tener veinte años, enroscaba su cabello entre mis dedos mientras el cerraba los ojos casi cayendo en sueño, miraba de vez en cuando su rostro perfectamente pulido, y luego veía hacia la ventana que quedaba frente, habían un par de niños nadando en la alberca del jardín, pero nadie en el pequeño comedor.

-Aveces quisiera volver a tener veinte años Mike, todo era más fácil en aquel entonces, solo nos preocupa la escuela, saber qué íbamos a elegir para comer o si ir o no al cine por la tarde, aunque quisiera más que nada volver a tener solo seis años, mi vida era más fácil, solo era una niña feliz y no tenía problemas por creer que algo no estába en su lugar, o por hacer cirugías, ni pensar en nada, se que viví engañada Mike - abrió los ojos y me vio, mis ojos estaban cristalizado, estar ahí sintiéndome parte de una familia que no era, todo ese pasado me golpeaba, los recuerdos me sometian - No hablo de mis padre Mike por que me fui de casa a los diecinueve años, sin decir nada, y ellos tampoco me buscaron, era la hija desobediente, querían que me dedicará a hacer lo que ellos, pero no quería, sabía que debía ser médico por que ayudar siempre estuvo en mi naturaleza, pero ser médico no era algo que debía hacer según ellos, así que esa última semana vendí toda mi ropa, tenia un auto, vendí todo y huí una noche, huí como huyen los cobardes, Mike, haberme ido no fue lo peor, pensaba, quizá mañana estén buscándome, pero no lo hicieron, comenzaron a decirle a todos que había muerto, me mataron ante todos, y estar aquí con tu familia me hace pensar todo lo que había sido de mi si solo hubiese agachado la cabeza y aceptado todo - una lágrima recorría mi mejilla, llena de recuerdos, de vivencias, todas mis intuiciones se asomaron para verme sufrir y por cierto me vieron - No tengo ni e tenido con quien ir los veranos cuando el calor comienza y todos salen por ahí a pasear y conocer, ni con quien pasar navidad y año nuevo, supongo que por eso no me gustaba poner un árbol de navidad, había olvidado mi cumpleaños Mike, y jamás olvidaré cuando tú te acordaste de mi ese día, en que ni yo recordaba, podía celebrar, todos te quieren Mike aprovechalo, visita más a tus padres, si yo tuviera lo que tú jamas me iría lejos, eres afortunado, solo mira, aquí siempre hay alguien - respiré hondo y limpie mis mejillas, Mike aún me miraba serio, y si quería enojarse estaba en el derecho de hacerlo, pero no me iría por el, su hermana me había invitado -