Era la boda de mis sueños, de los sueños que ni siquiera sabía que tenía y ahora podía entenderlo, estaba viendo todo desde lejos ya era hora de que fuera a esperarla ante todos los invitados, tenia que esperar a mis amigos y darme valor tenía más nervios que jamás en mi vida y er aúna cosa obvia. Salí con calma a ponerme de pie en el altar al aldo del oficiador mi madre y hermana estaban adelante cargando a mis hijas, se veían hermosas con esos pequeños vestidos similares, hubiese querido casarme y llevarla de luna de miel antes de preocuparnos por el más mínimo aire que les toca a las niñas. Los invitados estaban ya listos para cuando la música comenzará a sonar pero aún no era hora de verla salir, solo era hora de esperar, sabia bien que ya había llegado al lugar porque había visto el auto aun lado del estacionamiento, sus amigos, nuestros amigos, mi familia, su familia, todos están ahí, Robert estaba feliz era el equivalente a un hermano que podría matarme si le hago daño y estaba my consciente de ello. Tenía miedo que ella no saliera, la conocí antes de ser pareja, sabia que huía del matrimonio y que pese a todo lo que hemos pasado, en un momento de nerviosismo saldría corriendo a eso temia. Los minutos pasaban y pasaban, la música no empezaría a sonar hasta que ella apareciera, nadie pensaba que se había ido creo que era solo yo, no veía a Richard por ningún lado así que esperaba que estuviera con ella y que salieran antes de que mis nervios me quitaran la cordura. Tenía miedo, mis hermanas aún no aparecían así que sabía que estaba a tiempo, que quizá yo me adelanté, debía solo de relajarme, estaba llevando más allá la situación, ella aparecerá y nos cansaremos, vamos a brindar y luego bailar, después veré que hacer con la luna de miel. Esperaba a ponerme impaciente, Madelein me hará caer en un colapso nervioso si no aparece.
Narra Madelein
Estaba muy nerviosa, no quería salir, sentía que iba a vomitar, sentía miedo, pánico, apenas podía respirar, Richard entró a verme, el debía tomarme del brazo para entrar ante toda esa gente y llegar con Tom, no lo podía dejar ahí parado esperándome y no llegar, yo dije que si a casarme, yo quiero casarme pero mis piernas no quieren moverse, no puedo controlar el miedo. Richard es mi amigo, me trajo un poco de té y acarició mis hombros.
-Linda, no tengas miedo, oye, se que estas enamorada y tienes miedo, es normal sentirse así una o dos veces al día cuando te das cuenta que vas muy en serio, este no es el inicio de lo que ya todos vivieron, lo tuyo es diferente, no tengas miedo, tienes puesto el vestido más bonito de todos, y eres la mujer más bella de la noche, el es afortunado de tener a alguien como tu, toma tus miedos y hazlos un ramo de flores, y llévalos contigo al final del camino, ahí vuelvelos sonrisas, quiza aveces te pinchen las manos, pero si los dejas como grilletes no te dejaran caminar - asentí varias veces -
-Como quisiera que tu fueras mi padre, has estado pero te necesité más, no puedo salir, siento que quiero correr e irme, pero mis hijas están ahí, el hombre que amo esta ahí... Las promesas que hicimos están ahí, solo quiero estar más serena -
-Toma mi mano, todo estará bien incluso si algo malo pasa, mi mano seguirá extendida para que tu la tomes cuando la necesitas, toma mi valor mientras tu recuperas el tuyo, eres la mujer más fuerte y asombrosa que conozco y no lo digo ahora que tienes miedo de salir, lo digo por que lo eres, tienes miedo y eso está bien, pero sabes que quieres ir ahí y decir acepto ve y di que si a ese sueño que has tenido de forma inconsciente por años, encontrar a alguien que te ame tal como eres y por lo que eres, y que no vea fantasmas en ti, ni expectativas, que sean ambos un lienzo y pinturas - tomé su mano casi llorando -
-Siento que me falta el aire y que no puedo respirar, que no puedo ir hacia allá, no se que me pasa, yo lo amo y quiero casarme, quiero estar con el, ya vivimos juntos pero quiero casarme - acaricié sus manos -
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Cuando Nos Descubra La Casualidad
FanfictionAburrida la vida con costumbres, sentarte en el mismo lugar a comer, pedir el mismo café y escuchar mil veces la misma canción. Pero la casualidad de mis raras ideas hizo que nos encontramos entre tantas personas. Se alguien de hábitos pero de vez e...