Sorpresa

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Tomamos té de frutos rojos hecho por su madre junto con las galletas, la verdad, sabía mejor que como lo describió Tom. Pasamos la noche riendo y contando anécdotas, hasta que sus hermanas se fueron a sus casas y Tom y yo nos quedamos a dormir en su habitación. Era como volver quince años atrás pero era acogedora, además así tendría tiempo de distraerlo. Debía de ser lo más callada en cuanto al secreto. No sabia como hacer que fuera con uno de sus mejores trajes solo por ir a tomar una fotografía.

-Tom, vamos levántate de la cama, iremos a desayunar afuera - él solo gruñó y se tapó hasta la cara con las cobijas - Thomas - me acerqué a el y susurro a su oído - Un desayuno, fuera de casa - no contestó nada - Para mi amado hombre que cumple años -

-Tu amado hombre que cumpleaños solo quiere dormir un poco más - me recosté a su lado y lo abracé por detrás - Cinco minutos más - nos dormimos como media hora más pero era aceptable por que era su cumpleaños -

Me levanté de la cama y fui yo la primera en tomar un baño, me vestí muy rápido y saqué todo lo que pensaba regalarle. Cuando salió del baño, puse las cosas debajo de la cama donde no pudiera verlas, y cuando estaba por vestirse casual lo interrumpí.

-Cielo, me encanta el azul de tus ojos con esa playera pero, por favor ponte un traje, negro de preferencia - me miró sin entender, así que debajo de la cama saqué una pequeña cajita color morada con un par de gemelos de oro - Así podrás lucirlos -

-Cariño no debiste - me levanté de la cama y saqué una de sus camisas de la maleta - Con un beso para mi habría bastado - se la pasé para que se la pusiera y me dió un corto beso en los labios -

-Yo uso esas frases Tom no me las robes, vístete, vayamos a desayunar algo, luego a comprar uno de esos helados enroscados y luego a cenar a ese fabuloso lugar donde hay un autógrafo de John Lennon - Tom se vistió lento y lo agradezco por que así pude maquillarme más y de paso verlo por el espejo, no sabía como contenerme a él en ese instante -

Una vez listos, ambos salimos del lugar en el auto de su hermana que amablemente se había ofrecido a prestarnoslo por un par de horas, solo Tom podía manejar por que solo él tiene licencia. Fuimos a un maravilloso lugar, donde desayunamos en la terraza con una espléndida vista.

-Tom, bueno en realidad, este es el mejor regalo que pude conseguir - me miró serio y enarcó una ceja, intenté sonreír pero su expresión no cambiaba - Solo escucha, una empresa famosa quiere que leas Romeo y Julieta para que sea publicado en la feria del libro de Nueva York - su expresión cambió de inmediato a una de sorpresa - Se que te habría gustado más leer sonetos pero, querían Romeo y Julieta y antes de que digas que es demasiado y cosas de ese tipo solo puedo decir, que te estoy dando una de las cosas que no son materiales que se que adoras, haberte regalado una corbata, un traje o un reloj no habrían tenido sentido, o regalándote un libro que muy seguramente ya tienes, así que bueno, pueden escucharte leyendo parte de tu cultura literaria - una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y sus mejillas se pusieron de color rojo -

-Gracias, es maravilloso leer para más personas uno de mis libros favoritos, esto me hace más feliz que un traje - Eso por que aun no había visto su fiesta sorpresa -

-No comas mucho Tom, quiero que vayamos a ese restaurante del que hablamos anoche y por la mañana, justo después de este café - solo me estaba ganando tiempo - Espero que tu madre esté haciendo un delicioso pastel de chocolate para cuando lleguemos - sabía que pronto iba a comenzar a preguntar sobre su madre -

-Sabes creo que llamaré a mi madre para que venga con nosotros, claro con Emma y Sarah - Demonios, sacó su teléfono y comenzó a llamar a su madre - Madre, Madelein y yo iremos al restaurante cerca del museo, si del que hablamos ayer, sería fabuloso que vinieran - no sabia que hacer él ya estaba adelantado muchos pasos - Fabuloso las veo ahí - colgó la llamada y mientras yo mándaba mensajes de ayuda a sus hermanas - Pues ya terminamos nuestro café así que sería bueno ir ahí de una vez, así podemos volver a casa - pedimos la cuenta y yo fui al tocador para aprovechar y llamar a su madre -

Cuando Nos Descubra La Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora