El tiempo estaba pasado bastante rápido, estaba a unos días de ir a la fiesta de Tom, y el ya había comprado los boletos de avión, y ya había hecho la maleta, yo no sabia muy bien que llevar. Me había dedicado a hacer muchas operaciones esas últimas semanas en el hospital, Mike me miraba de una manera muy extraña, y siempre intentaba regalarme flores o me dejaba cartas bajo la puerta de mi consultorio, Cartas que no respondí ni una sola vez, puse en par de flores en el cuarto de algún paciente o las ponía en la sala de estar, Mike ya no salia con nadie, como habían sido los dos últimos meses. Y de vez en cuando, Rami también me llevaba flores, Boneta me regaló chocolates, y Cameron me regalo un oso de peluche que era médico, Finn había estado atendiendo a mis pacientes de pediatría para que pudiese descansar, Ian aveces atendía a mis pacientes post cirugía, o Chace que había hecho mis altas, era demasiado extraño y comenzaba a molestarme, mucho diría yo, eso no es normal, parecía más bien como si estuviesen intentado algo. Pero solo un par de días libres, además de cada año pedir con anticipación el mismo día de julio, por que suelo no salir de casa, ver la televisión y comer mucha pizza o dulces. Solo Mike sabia de mi cumpleaños, y parecía tramar algo también, había ayudado a tantas personas, y se que ellas tratarían de darme algo en agradecimiento en mi cumpleaños, y no es mi estilo.
-Madelein - Mike me distrajo mientras rellenaba algunas solicitudes - Vas a pedir como es tu costumbre el día de tu cumpleaños, solo que no se si este año no vas a salir de tu casa como siempre, o si lo estará con tu novio raro - no entiendo en absoluto a Mike, es como una niña mimada, nunca sabes de que humor esta -
-Ese es el Mike que conozco, y no Varshavki, y te agradecería que no viniese tu hermana con un enorme pastel y globos, ni tu, solo quiero estar en mi casa, sola, yo sola - repetí la frase intentando ser clara - Para hacer lo que yo desee, no acepté antes salir con nadie y no será excepción - tomé mis carpetas y me fui de ahí, esperando en mi interior no hubiese hecho algo estúpido, fui a la sala de descanso, serví café mientras mis amigos comían y hablan, ahora en voz alta -
-Doctora vimos el calendario de cumpleaños del hospital, y todos menos uno esta en la lista, que resulta ser el suyo - dijo curioso e indagando en el tema Cameron -
-Nunca e puesto mi fecha de cumpleaños en esa cosa, ni pienso hacerlo, ya vi el de todos ustedes, y si su plan es que se los diga, se equivocaron, no lo haré, solo dos personas en todo el hospital saben mi fecha de cumpleaños, y para mi fortuna ambas, no dirán nada - tomé una dona de chocolate y la metí a mi boca, fui al sofá y me senté a ver televisión - No lo intenten no van a lograrlo -
No se los diré, y Mike no hablará nunca, aún que puedo apostar a que va a hacer algo para mi cumpleaños, no quiero, y el lo sabe, pero no le importa. Y para ser realistas, no importa cuanto pase, lo quiero cerca, estuvo conmigo muchos cumpleaños, demasiados, cuando no tenía a nadie más, cuando yo sabía bien que, no habría día para mi, y en esa penumbra, del no saber si estar feliz por que después de todo ya no estaba rodeada de falsedad, o de deprimirme por que no tenía mucho, ni tenía a nadie, Mike estuvo conmigo, yo no lo sabía, y el tampoco, por que por años fue un juego para ver quien se hacia más daño, quedamos en empate. Jugamos por años a ver si el otro daba un paso, y la incertidumbre, además de hacer planes a la nada, nos dejaron así, ya no somos jóvenes, si desde el comienzo hubiésemos sido sinceros, ya estaríamos casados, tendríamos lindos hijos, esa casa de la que todos sueñan, con el perro, y ese enorme jardín, y esa clásicas sillas mecedoras donde todos quieren envejecer. Nuestros planes cambiaron ahora, por que simplemente ya no somos las mismas personas que hicieron esos planes, aveces hay que abandonar los sueños, no siempre somos los mismos, y es mejor dejar las corazas que nos mantienen para buscar nuevas cosas, nuevos horizontes. Y ruego por que Ann venga, por que venga con uno de esos horribles pasteles que solo ella encuentra, para que me cante las mañanitas, para que me pida que sople las velas, y hunda mi cara en el pastel, ya no puedo ser fuere, ella fue como mi hermana, y no importa cuanto peleemos, siempre vamos a estar para la otra, es cierto me dolió en el alma, pero creo que ella no tiene la culpa, estoy dejando que el delito prescriba y ya lo ha hecho, por que solo quiero que vuelva y me abracé, con sus pésimos chistes, y su forma pésima para mentirme.
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Cuando Nos Descubra La Casualidad
FanfictionAburrida la vida con costumbres, sentarte en el mismo lugar a comer, pedir el mismo café y escuchar mil veces la misma canción. Pero la casualidad de mis raras ideas hizo que nos encontramos entre tantas personas. Se alguien de hábitos pero de vez e...