Adivinen, Son Dos

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-Quiero que sea un cuarto grande y lindo, se que debemos esperar a saber si serán dos niñas o dos niños, pero creo que la cuna puede ser color cascarón, al igual que los muebles, deben ser dos, para guardar su ropa, pueden mezclarse y quizá se peleen, además de dos sillas mesedora, si tienen hambre puedes ir tu o yo, o ambos y así no estar caminado por la habitación para hacer que se duerman, un par de caballitos de madera un cuadro en la pared con ellas o ellos, claramente su cuna tendrá colgantes con caballitos de trapo sin sonido eso no funciona, si serán como yo eso les quitará el sueño, o eso dice mi madre, también tendremos que poner gomas de plástico en la esquina de todo lo peligroso, mesas, sillas, las cunas, sus muebles, los cambiadores, y quiza una puerta de corral, serán inquietos y van a jugar siempre, una carreola gemelar que pueda desplegarse, luego no funciona en puertas normales, también porta bebé, así podemos llevarlos a todos lados y darles de comer, sin chupones eso les deforma los dientes y no queremos eso, juguetes, muchos, pero de trapo, así podrán chuparlos, gorros tejidos pero apuesto que mi madre va a encargarse de ello, biberones, extractor, una cangurera - me sentí como si fuera Tom y él fuese yo, casi lo veía embarazado, caminando por la casa, señalando el lugar quería que fuera decorado -

-Tom basta, me mareas - dije parando su conversación - Aun no sabemos si serán gemelas o gemelos, y ya hablas de comprar ropa, solo espera un mes más y lo sabremos, además me preocupa que ya quieras poner protecciones deben de nacer y luego aprender a caminar, vamos a cargarlos siempre, además tengo que ir la baño perdón, tu busca los vuelos yo empaco y es todo, pero ya no sigas -

-Voy a comprar los boletos y nos iremos mañana si lo deseas, pero debemos ver como decírselo, no solo es llegar y decir vamos a ser papás, o mamá Madelein esta embarazada, soy el primero en tener hijos así que debe ser algo lindo, a ella debe gustarle, un pastel doble, dos bolas de estambre para que les haga un suéter que no le pondremos por que pica como la muerte - solo atiné a reír por lo que dijo, todos esos suéteres tienen la mala fama de picar -

-Se nos ocurrirá algo en el camino pero cielo ¿Podemos ir ya a recostarnos? Estamos cansados - me levante del sofá e hice puchero para después poner ambas manos en mi vientre, ya algo inflamado -

-¿Los cuatro? - dijo en un tono tierno, extendí mis manos y el se acercó para sujetarlas, fuimos a dormir, si al parecer contagie a Tom con mi cansancio y parte de mis antojos -


Yo fui al trabajo y, vomité el basurero, me deshice de la evidencia antes de que la notaran, y aunque mi vientre no estaba tan abultado, comenzaba a inflamarse, Ian fue el único que notaba mis raros cambios de humor y los tomaba de forma diferente a un periodo menstrual. Pedí permiso a Richard para tener libre el viernes e ir a Londres el jueves por la noche, debíamos ir a decirle a la familia Hiddleston que serían dos miembros más grande. Desde que estábamos en el vuelo ya sentía la presión de decirles, sabía que lo tomarían muy bien pero, aún así temía, además suelo vomitar muy a menudo, y podía hacerlo ahí por la emoción de decirle a Diana y a James. Tom recogió el auto de Luke, el cual usaríamos mientras estábamos en Londres. Tom subió mi maleta a la cajuela, no me deja cargar nada que pesase más de tres kilos. Se estacionó afuera de su casa, y tanto él como yo, los nervios nos traicionaban, lo primero sería, muy seguramente, no sabíamos que estaban buscando tener un bebé, o que lo estaban intentado. Y es que no lo estábamos, nos tomó por sorpresa, quizá más a mi que a él. Tom notaba mis nervios, entrelazó su mano con la mía y me miró sonriente, en otro momento me habría sido suficiente pero ese no era el momento.

-Todo va a estar bien, solo debemos relajarnos - respiré profundo, asentí y abrí la puerta para salir, solo crucé mi bolso y cerre los botones de mi suéter, seguro no se notaría nada pero por si a caso - Solo hagamos lo que ensayamos en el vuelo -

Cuando Nos Descubra La Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora