Cinco tortuosos meses, nadie jamás me dijo que esto sería así, que me dolería tanto y que se sentiría no lo se, así. Ya no vomitaba pero tenía una ganas incontrolables de dormir, comer, llorar, dolor en los tobillos y orinar cada cinco minutos, ya no podía con eso, era simplemente insoportable, fue la cosa más difícil de todas, por que ya no sabía que hacer. Tom me aguantaba y me daba ánimos pero, pero yo simplemente no sabía que más hacer. El me cocinaba mis antojos o me compraba los antojos, y dormía abrazado a mi, casi dependía de mi aunque yo era quien más lo necesitaba, desde que amanecía hasta que me quedaba dormida y perdía conciencia de todo. Y ya estábamos planeando el cuarto de nuestras lindas niñas, cunas, carreolas, ropa, todo.
Tom ya había ido por muestras de pintura color rosado, quería que fuera rosado, y que las cunas fueran blancas, y ese día me enteré que había muchos tonos de rosa y blanco, para Tom era el arcoíris y nada más parecía que solo yo veía todos esos colores, y es que después de pasar por el pasillo de maternidad y de bebés supe que quería todo, toda la ropa era lindisima, ya quería ponerle mamelucos morados con colitas de gato, y de buscando a nemo, y casi se los ponía solo de ver el pequeño atuendo colgado. Tom fue a ver la sección de juguetes, quería comprarles juguetes, aunque le expliqué que van a dormir muchos los primeros meses y que no tiene mucho sentido comprarlos, tinas altas para bañarlas, de las que incluye el cambiador de un costado. Aunque me parecía fabuloso pensaba que quizá el lugar no era lo suficientemente grande, digo el departamento ya era grande si, pero las niñas van a crecer, y no podrán correr por la sala, y Tom y yo quizá tengamos más hijos, quiero que salgan y disfruten la naturaleza, que jueguen en los columpios, que juegen en la arena, que suban un árbol y que crean que me enojé cuando en realidad me siento aterrada por que pudo sucederles algo y siendo ellas lo mejor que puedo tener en el mundo, quiero que tengamos una piscina, quiero que jueguen, por supuesto que quiero que hagan fuertes con almohadas y sábanas en la sala pero quiero que tengan una infancia. Tom quiere llevarlas al parque, quiere enseñarles a jugar fútbol y rugby, y quiere que lean en una banca afuera de la casa, quiero eso, estoy en modo mamá futurista, pensamos en que tendrán mis niñas y Tom también, aún no hablamos de comprar una casa pero se que lo ha pensado.-¿Crees qué es demasiado grande para una recién nacida? - señaló la cuna color gris que estaba inmensa y con almohadas rosas en forma de trenza rodeandola -
-Está un poco grande pero creo que van a crecer además se supone que se adecua en tamaño para el bebé, de alto y largo - me gustaba, ya quería desatar mi compradora compulsiva, esa que llevaba años dormida -
-Eso tienes razón, aunque no estaría mal una para ponerla en nuestra alcoba, no vamos a pararnos cuando lloren, por que para cuando nos levantemos hará llorar a su hermana - señaló una cuna que estaba al lado de color rosa con flores rosas, iba a hartarme tarde o temprano del color -
-Y tendremos que ir los dos juntos, no dormir por meses los dos va a acabar con nuestra vida, aunque debemos a acostumbrarlas a dormir con nosotros y despertar más tarde que nosotros y a dormir temprano la hormona del crecimiento se secreta por la noche así que es importante - Tom me miró sin entender, solo captó dormir temprano lo demás se lo dije en otro idioma - Seré su mamá y su médico son dos profesiones en una sola persona --Seré su papá y su narrador de cuentos, dos en uno veremos quién gana - subió y bajó las cejas creyendo ganar - Espero su cabello rizado no salga como el mio, en cambio el tuyo es lindo, los míos solo se esponja y no se peina - lo miré seria, eso era un insulto -
-No e logrado peinar mi cabello desde los diecinueve años, quizá cabello lacio les siente bien - llevé una mano detrás de mi espalda, como si eso me ayudase a sostenerme, es casi involuntario últimamente - Ya las veo más grandes con sus coletas y un moño y sobre todo un a playera que diga Strokes, tendrán estilo en cuanto a eso -
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Cuando Nos Descubra La Casualidad
FanficAburrida la vida con costumbres, sentarte en el mismo lugar a comer, pedir el mismo café y escuchar mil veces la misma canción. Pero la casualidad de mis raras ideas hizo que nos encontramos entre tantas personas. Se alguien de hábitos pero de vez e...