Buenos Aires, 19 de Diciembre de 2012.
Annie:
Perdón.
Odio iniciar esta carta con esta palabra pero estoy seguro de que no existe ninguna otra con la que empezar a escribir estas líneas. Lamento inmensamente que hayas conocido el peor lado de mi personalidad, una faceta de mí que ni yo mismo conocía. Si en este punto decides no seguir leyendo esto, te entiendo plenamente. En estas líneas no voy a explicar los "porqués" ni a desear mágicos reencuentros, sólo deseo... la verdad ya no sé lo que deseo porque hace tiempo que dejé de conocerme.
Nunca pensé que un día reaccionaría así. Tal vez terminé perdiendo al amor de mi vida. Me hubiese gustado ser en verdad más libre y más grande, lograr ser quien deseaba ser por ti. Traté de creerme a mí mismo que podía llegar a ser eso que deseaba, pero no fue así. Mi corazón de pronto se llenó de tantos sentimientos confusos y mi mente de tantos pensamientos sin sentido que no sé qué fue de mí, ni donde me perdí. Llegó un punto donde me perdí a mí y también te perdí a ti.
Siempre mi cabeza tiende en buscar un culpable que apuntar pero el culpable de mucho aquí fui yo, sobre todo de terminar esto así. No sé cuánto tiempo pasará entre que firme estas líneas y que lleguen a tus manos. Tal vez nunca suceda, tal vez sea muy pronto y el dolor esté latente, tal vez hayan pasado muchos años y estemos lejos el uno del otro. Tal vez no sea nunca pero cuando llegue quiero que sepas que es porque aprendí algo de ti. Realmente me enseñaste mucho. Aprendí a apreciar lo que nos da la vida y no exigir más de ella porque siempre la misma vida nos dará más por el simple hecho de estar agradecidos. Aprendí a no ser el centro del mundo. Aprendí que no todo es lo que parece y también aprendí que todo sucede siempre para que podamos adquirir alguna experiencia. Contigo aprendí...
Hoy puedo decir que te amé, si, te amé. Te amé limpio, bonito y entregado. Si te celé, de la misma manera y con la misma intensidad. Si te odié, en algunos momentos, aquellos donde estaba cegado por la ignorancia y la inexperiencia. Hoy en día aún te amo. No podría decir cómo ni cuánto pero si sé que es amor. Hoy en día aún te lloro y aún te extraño.
Perdón por no ser el hombre que me pediste ser. Perdón por herir tu corazón. Perdón por no ser valiente ni paciente.
Perdón.
Creo que es la palabra correcta con la que finalizar esta carta.
Sinceramente.
Fabián.
![](https://img.wattpad.com/cover/33820253-288-k578527.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Mensaje
RomanceUna dedicada acaba de terminar una larga relación, y en medio de el esfuerzo por superarlo todo se encuentra con un maletin que formó parte de su pasado y parece haber vuelto para recolver el presente. Un accidente de tren, un paciente en coma y alg...